El Senado aprobó ayer, por unanimidad, la acotación del fuero militar, en donde se establece que los militares que incurran en delitos en contra de civiles serán juzgados en tribunales civiles.
Durante la presentación del dictamen, que fue aprobado ayer mismo en comisiones y subido de inmediato al pleno para su votación, el senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Comisión de Justicia, destacó que más de un año el Senado discutió la forma técnica de dar cauce a las resoluciones de organismos internacionales de derechos humanos y de la Suprema Corte de Justicia frente a delitos cometidos por militares.
Refirió que como parte de las reformas, resaltan las realizadas al artículo 57 del Código de Justicia Militar, en donde se establece que los militares responderán ante la justicia civil cuando el sujeto pasivo de los delitos sea civil.
Este ordenamiento también crea la figura de jueces de ejecución de sentencias en el fuero militar y establece que cuando los militares cometan delitos del fuero común serán ingresados en prisiones comunes, salvo que se trate de un convicto por delitos contra la salud o exista una solicitud expresa del imputado y sea aprobado por el tribunal que dictó sentencia.
Se asienta asimismo una excepción, prevista en el artículo 337, que expresa que las conductas establecidas en dicho libro segundo no serán considerados como delitos contra la disciplina militar cuando no se encuentren los militares en campaña.
“Lo anterior es así, pues dichas conductas establecen desde su construcción típica a civiles como sujetos pasivos del delito; por tanto, si las conductas descritas en dicho libro segundo se llevaron a cabo cuando los militares no estuvieran en campaña y de ellas resultara en delitos común o federal serán juzgados siempre por tribunales federales ordinarios”, explicó Gil Zuarth.
Serán también considerados como delitos contra la disciplina militar, abundo el senador panista, los delitos del orden común o federal cometidos por militares siempre y cuando no tenga la condición de civil el sujeto pasivo que reciente sobre su persona la afectación producida por la conducta delictiva, o la persona titular del bien jurídico puesto en peligro por la acción o la omisión prevista en la ley penal como delito.
“Es decir, nunca, en ningún caso, cuando una persona civil esté comprendida e implica en un delito cometido por militares, en ningún caso se juzgara en la jurisdicción militar, siempre serán juzgados en la jurisdicción civil”, detalló Gil Zuarth.
Hizo un reconocimiento a las Fuerzas Armadas, las que “por primera vez en la historia de este parlamento comparecieron en audiencia pública para intercambiar puntos de vista, técnicos e institucionales sobre el contenido de esta política pública”.
También en tribuna para presentar el dictamen por parte de la Comisión de Defensa Nacional, el senador Fernando Yunes Márquez dijo que el Código de Justicia Militar, que data de 1933, no había tenido una reforma de largo alcance como la aprobada ayer.
—¿Soda…?
—Coca —le precisó.
Correr a “La Tuta”
En el operativo de búsqueda de Servando Gómez también participó el líder de la autodefensa de Arteaga, lugar donde éste nació y creció, se tituló de maestro e hizo su bastión inexpugnable, y según dicen, su principal búnker de reclusión, tortura y ejecución.
El hombre que logró la expulsión de “La Tuta” es un empresario rural que permanece en el anonimato y que denuncia la ejecución de sus dos hermanos por rehusarse a seguir siendo extorsionados por 500 mil pesos, dice.
Con el rostro cubierto por una capucha, el empresario externa afligido: “Cuando él era profesor le dio clases a mis dos hermanos en tercero y cuarto de primaria, y el desgraciado me los mató hace tres meses”.
También revela la realidad poco conocida que vivió la población serrana en donde funciona el Centro Regional de Educación Normal de Arteaga. “Aquí ha habido secuestros, asesinatos; le caen a maestros, rancheros, queman sus casas, matan el ganado, o matan a la gente y se quedan con sus ranchos, con los animales; ha habido extorsiones y han matado a mucha gente inocente”.
Considera que la violencia del cártel contra la población se recrudeció desde hace tres meses, pues “ha habido 17 muertes, a algunos los quemó y a otros los dejó con el tiro de gracia”.
Vivía sin temor
Todo el tiempo que en el país se ha especulado sobre la ubicación de “La Tuta”, éste vivía su cotidianidad en el sitio donde radica su madre, dos de sus hermanos, una de sus esposas y diversos familiares, ahonda.
Cotidianamente “La Tuta” circulaba por Arteaga a la luz del día “con trato déspota” y acompañado por un comando armado, que lo seguía lo mismo en sus acciones delincuenciales que en las peleas de gallos.