En un operativo realizado por las policía Federal y Ministerial, además del Ejército mexicano, fueron detenidos 12 integrantes del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC), acusados de secuestro.

Los policías comunitarios están agrupados en la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), que lidera Bruno Plácido Valerio.

De acuerdo con informes de la policía ciudadana, testigos de los hechos y un parte ministerial dado a conocer este sábado, 11 hombres y una mujer, todos integrantes del SSJC, tenían presuntamente secuestrada a una mujer, por la que exigían 3 millones de pesos de rescate.

La tarde del viernes 13 de junio un centenar de efectivos policiacos y militares detuvieron en el poblado de Mazatlán, municipio de Chilpancingo de los Bravos, a 10 integrantes de la policía ciudadana.

Al mismo tiempo, en la comunidad de Xaltianguis, en la zona rural de Acapulco, las fuerzas de investigación y seguridad detuvieron a un hombre y una mujer en una casa de seguridad, donde mantuvieron 10 días privada de su libertad a una joven.

También se reveló que efectivos del grupo antisecuestros, adscritos a la fiscalía regional, acudieron el pasado viernes al poblado de Xaltianguis para confirmar la ubicación de la casa de seguridad.

La investigación se realizó con hermetismo por parte de las autoridades policiales que llevaron a cabo la indagatoria, pero aseguran que hay evidencias suficientes para fincarles responsabilidad a los 12 integrantes de la policía ciudadana.

En el operativo realizado en ambas comunidades (Acapulco y Chilpancingo) participaron policías federales y militares, mientras que los detenidos fueron entregados a las autoridades ministeriales de la fiscalía guerrerense.

PROTESTA

Familiares de los 12 policías civiles aseguraron que los detenidos no tenían secuestrada a la mujer, sino que la buscaban para liberarla de un grupo de presuntos plagiarios.

Desde el sábado mantienen un plantón en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia para exigir la liberación del grupo de policías ciudadanos.

También amenazaron con realizar bloqueos en las carreteras hasta lograr que sus familiares sean liberados; aseguran que fueron vejados, golpeados y despojados de sus pertenencias por los agentes de la Policía Investigadora Ministerial.

Las primeras investigaciones señalan como presunto responsable al comandante de las fuerzas especiales del SSJC, Maximiliano Moreno Acuña, El Chimino.

A los 12 integrantes de la policía civil de Guerrero aprehenidos les fueron asegurados dos vehículos, siete armas y 13 celulares, entre otros objetos.