Dos de las tres mujeres que supuestamente fueron liberadas por militares de una bodega en Tlatlaya, Estado de México, y donde murieron 22 personas, son acusadas por la Procuraduría General de la República de acopio de armas y delincuencia organizada, dijo el primer visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Marat Paredes.
"Son las que aparentemente se encontraban secuestradas y al día de hoy se ha ejercido acción penal en contra de ellas y están privadas de la libertad. Un juez de distrito ha dictado el auto de formal prisión", explicó Paredes en entrevista para el programa 'En 15', con Carlos Puig, en Milenio Televisión, que se transmite esta noche.
La Secretaría de la Defensa Nacional informó el 30 de junio que 22 presuntos delincuentes murieron, un militar resultó herido y tres mujeres fueron liberadas tras un enfrentamiento con el Ejército en una bodega en el municipio de Tlatlaya.
Sin embargo, en notas publicadas por la agencia Associated Press y la revista Esquire, edición mexicana, una testigo del enfrentamiento relata cómo esa madrugada llegaron soldados a la bodega, hubo un tiroteo, pero después los presuntos delincuentes se rindieron; una vez que estaban en el piso, los miembros del Ejército los ejecutaron.
La testigo contó que vio cómo ejecutaron a su hija cuando ella ya estaba herida y en el piso.
El visitador mencionó que han tenido acceso a expedientes y a testimonios, y que según estos, dos personas escaparon de la bodega en Tlatlaya la madrugada el 30 de junio, después del enfrentamiento.
"Hay 27 personas: dos personas además que huyeron, eso nos refieren los testimonios, o sea, estamos hablando de 22 personas que perdieron la vida, tres testigos, dos más que huyeron", indicó.
Paredes explicó que la CNDH no ha tenido acceso al expediente donde se les dicta auto de formal prisión, pero tiene conocimiento de que las dos mujeres son acusadas por la PGR de acopio de armas y delincuencia organizada.
El visitador dijo desconocer cuándo fueron arrestadas, pero afirmó que la comisión ya habló con ellas.
Paredes dijo que hasta la tarde de este lunes no han recibido queja alguna sobre el caso Tlatlaya, pero la CNDH abrió una investigación de oficio a mediados de julio y que cuentan con un expediente de 698 páginas.
Agregó que la CNDH busca analizar fotos, videos pruebas de criminalística y la averiguación previa de la PGR, para esclarecer el hecho y que cuando tenga un resultado, "va a decir la verdad sin ninguna condición".