Por Laura Cordero
El Senador Ernesto Ruffo Appel asegura que el decálogo de EPN exime a autoridades federales de corrupción y ligas con el crimen organizado.
Ciudad de México (SinEmbargo).– Ernesto Ruffo Appel, Senador del Partido Acción Nacional (PAN), aseguró que el decálogo propuesto por el Presidente Enrique Peña Nieto no tiene profundidad y sólo es una reacción para producir ataques que hagan ver que “está haciendo algo”; sus 10 puntos, sin embargo, no resolverán la crisis en la que se encuentra la Nación, agregó.
En entrevista para SinEmbargo, el primer Gobernador panista en la historia del país aseguró que el decálogo, que incluye una serie de reformas al sistema en materia penal y la propuesta de Ley contra la Infiltración del Crimen organizado en las autoridades municipales, no tiene mucha lógica de combate al narcotráfico. “Es lamentable la falta de reconocimiento y de la mayor parte del problema: el mismo gobierno federal. Pasó [Peña Nieto]la carga de la responsabilidad a los policías municipales y a los estatales.
Todos sabemos, yo particularmente que fui primero Alcalde y luego Gobernador, que la pus, la pudrición, y la corrupción fatal proviene de los federales”. El legislador blanquiazul explicó que las autoridades federales tienen la facultad exclusiva de manejar el narcotráfico, por lo tanto son los comandantes quienes hacen tratos con ellos.
“Hay una colusión tremenda de funcionarios federales y el señor Presidente, en su decálogo, ni con el pétalo de una rosa toca a los federales. ‘Los malos son los demás, menos yo’, es lo que está diciendo Peña Nieto”, afirmó.
Ruffo Appel consideró que esta reacción del gobierno no es el único problema que enfrenta el Presidente, pues tras el escándalo de la llamada “casa blanca”, que está relacionado directamente con la licitación del tren rápido México-Querétaro, no muestra una imagen de transparencia. “Para tener un comandante tienes que creen en él y su actuación tiene que estar a prueba de dudas.
El señor Enrique Peña Nieto está en la picota de la duda y se la tiene que quitar de encima. Cómo puede presentar un acuerdo que ocupa la legitimidad, la transparencia y la honestidad, pero resulta que está presuntamente involucrado en ese caso.
Cómo vamos a poder confiar que va a arreglar lo demás”. El Senador por el estado de Baja California asegura que Peña Nieto no debe dar por cerrado el caso, mucho menos a través de su vocero Eduardo Sánchez Hernández, al contrario: “Debería agotarlo hasta la última gota de forma que quede salvada la duda y confiemos en nuestro Presidente”.