El conmutador central de la Policía Federal, el que distribuye las llamadas telefónicas salientes y entrantes en la mejor corporación policial del país, está bajo sospecha de ser utilizado reiteradamente para realizar extorsiones, esto de acuerdo a las listas negras del Consejo Ciudadano de la ciudad de México. 

El aplicativo móvil para teléfonos celulares que presentó esta organización civil, lanza alertas al detectar el teléfono 5554814300, el conmutador de la Policía Federal, e invita al usuario a colgar: “¡NO CONTESTES! #SOSPECHOSO”, reza la pantalla mientras centellea.

La Crónica de Hoy consultó al Consejo Ciudadano a efecto de verificar si se trataba de un mal funcionamiento del usuario para dar aviso de nuevos números con uso delictivo. Diferentes “filtros” impiden que se adicionen números que no deben estar en las listas negras. No basta con que se reporte, es la indicación que dio el Consejo Ciudadano sobre este particular.

El Consejo asegura que los filtros permiten “tener la certeza de que el número reportado es utilizado para extorsionar” y se hace hincapié en que, en los siete años de operación del programa No Más Extorsiones Telefónicas, “nunca ha recibido una llamada de broma o falsa”.

Así, la sospecha en torno al conmutador de la Policía Federal, no es fácil de explicar.

El Consejo ha anunciado públicamente que los números sospechosos son entregados a la autoridad competente, en este caso se entiende que es la Procuraduría del DF. Hasta ahora, el número de la PF no había llamado la atención.

¿QUIÉN LLAMÓ? OJALÁ SE LE ACABE EL CRÉDITO. El conmutador de la Policía Federal controla las extensiones que se alojan en muchas de sus oficinas y centrales policiales, así que resulta imposible saber a bote pronto qué llamadas o extensiones condujeron a esta situación.

Decía un divulgador de la ciencia: saber que un virus infecta nuestro organismo, sin saber detalladamente cómo es el virus, no sirve para encontrar el remedio. En la extorsión telefónica esa podría ser la tónica: Según el Consejo, se tiene “registro del uso de más de 50 mil números telefónicos desde donde se han hecho intentos de extorsión, datos que entregamos a la autoridad”. En los últimos comunicados, la instancia ciudadana acerca esta cifra a los 100 mil números sospechosos. Es evidente que el país sufre la arremetida de un virus delictivo que toma el teléfono, amenaza, engaña y daña los bienes y la tranquilidad de ciudadanos. Según las estadísticas del organismo, son muchas las llamadas que se hacen para que se dé una consumación, es decir, para que un ciudadano efectivamente entregue dinero o bienes. Pero, un examen con mayor detalle, eso queda fuera de las posibilidades de un organismo civil.

La idea de difundir los números desde los que se hace la extorsión, parte de la premisa de que encarecer esta actividad es una manera efectiva de terminar con ella: más y más ciudadanos que pueden detectar que un teléfono llama con malas intenciones, provocaría gastos de telefonía sin resultados... claro, siempre que el tiempo y la cuenta de la telefónica no la pague la institución que debe combatir el delito.

Si el caso del conmutador de la Policía Federal debería investigarse judicialmente, al parecer es un detalle que no se conoce, del virus delictivo.