Ciudad de México, 3 de julio (SinEmbargo).– Amnistía Internacional pidió a las autoridades mexicanas “investigar con urgencia” la Orden de Relevo y Designación de Mando con la cual el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) documentó que el pasado 30 de junio de 2014 se ordenó a elementos del Ejército mexicano abatir a 22 personas en Tlatlaya, Estado de México.
“Esta orden militar ha salido a la luz en medio de la crisis más grave de los derechos humanos en la historia reciente de México, que ha dado lugar a miles de muertes y desapariciones”, manifestó por medio de un posicionamiento dado a conocer este día Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Guevara Rosas dijo que “es fundamental que el Presidente Enrique Peña Nieto condene públicamente este acto y haga un compromiso público con los derechos humanos al ordenar una investigación inmediata, exhaustiva e independiente por parte de las autoridades civiles”.
El Centro Prodh logró documentar en un informe presentado el día de ayer que los militares del 102 Batallón de Infantería San Antonio del Rosario, responsable del municipio de Tlatlaya, recibieron la orden de “abatir delincuentes en horas de oscuridad, y reducir su actividad durante el día, con el fin de acabar con los criminales, mientras que es de noche, ya que la mayoría de los crímenes son cometidos en ese momento “”.
Amnistía Internacional dijo que no ha encontrado ningún caso en el que “abatir” gente no se refiera al hecho de matar. “Hay motivos razonables para creer que la instrucción militar alentó a las ejecuciones extrajudiciales”, manifestó.
“A pesar de la orden incluye algunas llamadas generales de respetar las normas de derechos humanos, el lenguaje utilizado en la parte crucial del documento parece indicar que los soldados fueron instruidos para matar a presuntos delincuentes”, dijo Erika Guevara-Rosas.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), dijo en entrevista para SinEmbargo que México está sumido en una “profunda crisis de derechos humanos” y casos como Tlatlaya y Ayotzinapa no estarán claros sin la voluntad y una investigación realmente seria por parte del Gobierno federal al Ejército mexicano.
“El caso Tlatlaya es un gravísimo ejemplo de un problema mayor, y lamentablemente no se trata solamente de denuncias de ejecuciones, pues según expertos internacionales las fuerzas de seguridad mexicanas están implicadas también en desapariciones y en casos de tortura”, dijo Vivanco.