Ciudad de México (SinEmbargo).– Detrás de la fuga del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, está la ruptura del pacto con el Estado que llevó a su entrega en febrero del año pasado, aseguró Edgardo Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center e investigador principal en Derecho y Economía en la Universidad de Columbia en Estados Unidos.
El académico, quien ha estudiado ampliamente el tema de seguridad en México, afirmó en entrevista con SinEmbargo que el capo pudo haberse fugado desde el día uno que estuvo en el Penal de Alta Seguridad del Altiplano, donde estuvo recluido desde ayer en la noche, sin embargo, fue hasta que sintió que no se habían cumplido las condiciones que llevaron a su “sospechosa” captura, que decidió romper este pacto.
Entre las condiciones, que a juicio de Buscaglía, sintió “El Chapo” que no se cumplieron están el que se haya permitido que se fortalecieran otros grupos criminales, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el que se le quitará poder a “funcionarios que lo protegían”.
“Hubo una negociación para que ‘El Chapo’ fuera a la cárcel como el caso de John Gotti, en Estados Unidos, esta gente se fuga cuando los términos que llevaron a su captura no se respetaron y es factible que esta fuga responda a que no se respetaron los términos del acuerdo hay indicadores de un acuerdo desde la forma en la que se le capturó: con un aparato mínimo de seguridad, la zona…”, dijo Buscaglia.
“Esto representa la esencia de la corrupción política mexicana, se ampara, crece en la política, en todas las corporaciones encuentra segmentos de protección, pedazos del Estado que lo protegen aunque haya estado en una prisión de máxima seguridad y por más que haya sido certificado por Estados Unidos”, agregó.
“El Chapo” Guzmán Loera, considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, se fugó el sábado a las 20:52 horas del Penal Federal del Altiplano, en el Estado de México, a través de un túnel. Ésta es la segunda vez que el capo escapa de una prisión de este tipo, la primera vez fue de Puente Grande, Jalisco, el 19 de enero de 2001 escondido en un carro de lavandería.