Ciudad de México (SinEmbargo).– La diabetes afecta a hombres y mujeres, de cualquier edad, de cualquier raza, estatus social, país, y lo peor es que sigue avanzando: actualmente hay 415 millones de adultos con esta enfermedad. Para el año 2040 la cifra se elevará a 642 millones, refiere la Federación Internacional de Diabetes (FID). Y agrega: cada seis segundos alguien muere por este mal.
A pesar que su la mortalidad es mayor que el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria juntas, no se ha considerado como una epidemia. Inclusive afecta a quienes todavía no nacen, pues se detectó que existen altos niveles de glucosa en en mujeres embarazadas y se estima que en 2014, más de 20.9 millones de niños que nacieron fueron afectados.
De acuerdo con la FID, 12 por ciento del gasto sanitario mundial es destinado a atender ésta y otras enfermedades relacionadas. Actualmente, uno de cada 11 adultos tiene diabetes. A nivel mundial se estima un total de 415 millones pacientes, y se calcula más de 200 millones de personas no han sido diagnosticadas.
La diabetes tipo 2 es principalmente un problema de los países con una buena economía, asegura la FID. De acuerdo con el resumen ejecutivo del Atlas de la Diabetes –que será dado a conocer el próximo 1 de diciembre–, 75 por ciento de los diabéticos viven en los países de bajos o medianos ingresos, donde la rápida urbanización y de estilos de vida acelerados crean cambios a dietas poco saludables y existe sedentarismo, que acelera la obesidad y diabetes.
Entre los países con mayor número de diabéticos se encuentra: China (109.6 millones), India (69.2 millones), Estados Unidos (29.3 millones), Brasil (14.3 millones), Rusia (12.1 millones), México (11.5 millones) e Indonesia (10 millones).
Respecto al gasto en salud –promediada en dólares– de países con mayor número de pacientes con diabetes tipo 2 se estiman: Estados Unidos (320 mil millones), China (51 mil millones), Alemania (35 mil millones), Japón (29 mil millones) y Brasil (22 mil millones).
En el caso de las naciones con mayor número de niños con diabetes, México se encuentra en el décimo lugar con 13 mil 500 menores –de 0 a 14 años–, mientras Nigeria se encuentra un lugar arriba con 14 mil 400 enfermos y Estados Unidos, ocupando la primera posición con 84 mil 100 infantes diabéticos.
El adelanto del Atlas de la Diabetes detalla que una de cada 15 personas es intolerante a la glucosa y una de cada siete personas sufre diabetes gestacional o de embarazo. Ambas situaciones pueden desencadenar diabetes tipo 2.
Este sábado es el Día Internacional contra la Diabetes. En ese marco, David Cavan, director de la Federación Internacional de Diabetes declaró en una entrevista televisiva que en México, el impuesto sobre las bebidas azucaradas había comenzado a revertir la tendencia a la obesidad y puede reducir la tasa de diabetes.
El médico reconoció que el tema fue politizado a nivel internacional, con “las voces de la derecha” en Estados Unidos y algunos países Europa denunciaron el uso de impuestos para resolver los problemas sociales y a la vez “dictar cómo la gente debe vivir.”
El adelanto del Atlas de la Diabetes concluye que existe una tendencia visible al crecimiento de esta enfermedad, por ello es importante que los gobiernos asuman “una lucha monumental contra la epidemia mundial”, iniciando con realizar estudios o estimaciones sobre diabetes, además de tener políticas para la prevención y manejo de la enfermedad.
En tanto, la FID pidió a los líderes internacionales del G20 colocar en la agenda mundial, junto a las principales cuestiones geopolíticas y financieras, la atención a esta epidemia y la de la obesidad.
Este domingo 15 de noviembre tendrá lugar en Turquía la reunión del G20 que agrupa a los líderes de 19 países y la Unión Europea, que juntos representan el 90 por ciento de la economía mundial. Se trata de los siete países más industrializados: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia, a los que se suman a las once economías emergentes, entre ellas México y la Unión Europea.
En este contexto, la presidenta ejecutiva de la FID, Petra Wilson, pidió a los líderes internacionales cooperar con políticas fiscales en la lucha contra la obesidad y actuar juntos como lo hicieron en la crisis financiera de 2008.
“Una respuesta cooperativa de los gobiernos del G20, que ha sido clave en la reacción ante la crisis financiera a nivel mundial, también es esencial para mejorar los resultados de salud para las personas con diabetes”, dijo Wilson.
“Si no podemos tomar medidas para evitar la diabetes tipo 2 y mejorar el tratamiento de la diabetes tipo 1 y tipo 2, arriesgamos no solo la salud de las personas, sino también las economías y el sustento de las generaciones futuras”, subrayó.
El objetivo inmediato de Wilson es conseguir el respaldo de los gobierno para un impuesto sobre los refrescos y otras bebidas endulzadas con azúcar. Reconoció que aunque hay obstáculos, los políticos necesitan proteger la salud pública mediante el aprendizaje de las lecciones de tabaco.
En México, por ejemplo, diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) que pretendían reducir a la mitad el impuesto de un peso por litro a las bebidas que tuvieran 5 gramos por 100 mililitros. Le medida avanzó en un principio, pero debido a la presión de organismos civiles fue revertida en el Senado de la República.
“Está muy bien establecido que impuestos fuertes sobre el tabaco y el refuerzo incesante del mensaje sobre que el tabaco no es saludable ha tenido un efecto muy bueno. Es tiempo que ahora adoptemos un enfoque similar con el azúcar”, dijo a Reuters Wilson.
La presidenta ejecutiva de la Federación Internacional de Diabetes comentó a la agencia internacional que este impuesto es más difícil aplicarlo al azúcar, “porque mientras la gente pueda vivir totalmente sin tabaco, no puede vivir en su totalidad sin azúcar”.
La FDI refiere que la mayoría de las personas de la región que viven en los EU, México y Canadá representan la gran mayoría de la cantidad de personas con diabetes. Más del 92 por ciento de los países y territorios de la región tienen una tasa de prevalencia de la diabetes comparativa ajustada por edad por encima de la media mundial (88 por ciento), con Canadá y Haití siendo las únicas excepciones en 7.4 por ciento y 6.9 por ciento respectivamente.