El presunto asesino de la profesora de la UNAM, Graciela Sifuentes, y su hija Sol, quien era estudiante de arquitectura de la misma universidad, fue detenido el pasado viernes por la Procuraduría Capitalina.

El imputado era la pareja sentimental de la joven y según los primeros peritajes, las mató cuando Sol intentó romper la relación que tenía con él. Para borrar toda evidencia, incendió el domicilio junto con los cuerpos de las víctimas.

La profesora y su hija fueron encontradas calcinadas dentro de su casa en la colonia Santa Rosa Xochiac, de la delegación Álvaro Obregón, en marzo pasado.

El sospechoso, Alan “N” de 25 años, intentó engañar a las autoridades “revolviendo” todo para que se pensara que el móvil era un robo. Sin embargo, se logró establecer que el día de los hechos Alan “N” estuvo en la casa, así lo reveló el GPS del celular del feminicida, incluso, gracias a este aparato se logró su captura.

En sus primeras declaraciones, Alán, quien conoció a Sol en el gimnasio donde ella acudía, reveló que fueron pareja poco más de dos meses, pero que la joven empezó a cambiar su actitud y “lo humillaba”, por lo que decidió hacerle frente y fue cuando ella terminó la relación, debido a esto acudió a visitarla.

Minutos más tarde llegó la maestra Sifuentes y fue cuando todo se salió de control, pues Sol lo corrió y al sentirse “humillado”, la agredió varias veces hasta matarla para después hacer lo mismo con su madre.

El presunto culpable se llevó el auto de la maestra, que fue encontrado dos días después en Tlalpan; cuando abandonó el vehículo, fue captado por cámaras de vigilancia de una casa.

Después se escondió en el domicilio de unos familiares, luego pidió refugio a un amigo en Querétaro y hace 15 días regresó a la ciudad y lo ubicaron en la delegación Azcapotzalco.