Tijuana, Baja California.- La dirección de Protección Civil alerta a la población sobre las infecciones que pueden generarse en los bañistas al nadar en aguas contaminadas, esto debido a que los días empiezan a ser más calurosos en la región y ante la llegada inminente del verano el próximo mes.
Con base en los resultados del programa Playas Limpias del primer periodo del 2021, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), informó que el análisis de más de mil 800 muestras de agua de mar de 265 playas de los principales destinos turísticos, alertó sobre la mala calidad del agua en algunas playas del Estado y la ciudad.
En el monitoreo se incluyeron algunas partes de Playas de Rosarito y Playas de Tijuana así como de Ensenada, donde arrojó que la calidad bacteriológica del agua de mar no es apta para las actividades recreativas.
De acuerdo con el reporte de la dependencia federal se rebasan los límites establecidos de 200 NPM/100 milímetros de enterococos, lo que significa que son Playas No Aptas para su uso recreativo y corresponde a los gobiernos estatales definir las acciones a la par de las implementadas por el semáforo epidemiológico para evitar el contagio por Covid-19.
De acuerdo con datos de Protección Civil, la contaminación del agua de mar detectada en la playa de la ciudad, puede ocasionar infecciones severas tanto en la piel, como problemas gastrointestinales, quemaduras o molestias respiratorias por la presencia de plomo encontrado en algunos exámenes hechos por expertos.
Según los estudios, la presencia de este químico en el cuerpo podría causar anemia, hipertensión, disfunción renal y toxicidad, con los que se cree puedan generar efectos neurológicos y conductuales irreversibles, porque el material se acumula en la sangre y cada que el bañista se introduce en el agua, puede absorber distintas cantidades.
La dirección de Protección Civil también advierte sobre la visita a las presas por dos razones: por ser zonas federales y porque no son centros de entretenimiento que puedan visitarse con fines recreativos ni para el uso de lanchas ni para nadar. La ciudadanía desconoce el riesgo de caer en los hoyos o atorarse en los árboles ocultos y poner en riesgo su integridad física.