Atrácate Matías…
Gilberto Lavent
Una costumbre, mala por cierto, de los políticos en general, es que, al grito aquel de: Atrácate Matías, que esto no es de todos los días, aprovechan los últimos días, horas o minutos de su gestión administrativa, para expedir permisos, concesiones o cualesquier tipo de autorización, que directa o indirectamente les reditúan fuertes beneficios económicos.
Antes era común que aprovecharan todo el último año de gobierno, por lo que se le identificó como: El año de Hidalgo, con la advertencia: tonto aquel que deje algo, de forma tal que durante los últimos 12 meses en el cargo, se embolsaban todo lo que podían. Obviamente la referencia del llamado Padre de la Patria, era solamente por la rima.
Después le llamaron: El año de Carranza, que tampoco era alusivo a Don Venustiano, observando que el de Hidalgo, no alcanza.
Entre broma y broma, tales expresiones revelan que la corrupción es una institución sólida y tradicional en el sistema político mexicano. Hidalgo o Carranza, son muestra de pésimas costumbres de los políticos mexicanos. En especial la primera en mención, la de Atrácate Matías, que esto no es de todos los días.
Cabe observar que esto no es ninguna exageración o meras especulaciones. El panista Jorge Ramos Hernández, al cuarto para las doce, precisamente cuando estaba por entregar las riendas del gobierno municipal a su sucesor, el empresario priísta Carlos Bustamante Anchondo, se sirvió con la cuchara grande, sacando autorizaciones que se guardaron herméticamente, hasta que fueron detectadas por el equipo de su relevo.
Obviamente, aprovechando la lección, tal parece que Bustamante repitió la historia. En la edición del martes 26 de noviembre, del periódico El Mexicano, aparece una nota, a una columna, a la extrema derecha, en la primera plana, bajo el título: Alcalde se concesionó carteleras y a manera de cintillo lo siguiente: Regularizó su empresa.
La suscribe la reportera Lorena García Ramírez y en la misma se agrega una foto en el que aparece el propio alcalde Carlos Bustamante y la Síndico Yolanda Enríquez, levantando la mano en señal de aprobación. Tal vez respecto de las carteleras a que se hace alusión.
En el primer párrafo, se indica que: Antes de concluir su gestión, el Alcalde Carlos Bustamante Anchondo logró que su empresa Publi-cyr, S.A. de C.V. obtuviera la concesión de nueve espacios en la vía pública para exhibir carteleras, además de que se benefició con el programa de regularización que otorgó subsidios en el pago de derechos. Todas cuentan con ubicación privilegiada en la línea internacional de San Ysidro y en la Zona Río.
De paso –refiere en el siguiente párrafo- negoció la regularización de 17 carteleras propiedad de la empresa Anuncios e Imagen, que hace cinco meses derivaron en un conflicto con el ex candidato a síndico procurador, Miguel Angel Ledesma Romo, hermano del síndico electo, Arturo Ledesma Romo.
Luego explica que: Según documentos entregados al cabildo, la empresa Publi-cyr, S.A. de C.V. presentó ante la Dirección de Administración Urbana la solicitud para regularizar nueve carteleras. El domicilio que otorgan es bulevar Agua Caliente número 4558-1801, es decir, en las Torres de Agua Caliente y en la oficina de Carlos Bustamante, donde también opera otra de sus empresas, Hotelera CBA, S.A. de C.V.
Además, -agrega- para demostrar la propiedad legal de las carteleras el presidente municipal entregó al cabildo un documento notariado, en donde certifica que en la asamblea general ordinaria de accionistas celebrada el 13 de julio de 1984 se nombró administrador único al señor licenciado Caros Walterio Bustamante Anchondo.
Señala que: Después da fe de su identidad y de sus datos generales, como fecha y lugar de nacimiento, que coinciden con los que se conocen públicamente. En ese entonces, acudió para nombrar como apoderada legal a la señora Migdalia Mendívil Arguelles. Esto, para que no haya dudas de que se trata del aún Alcalde y luego no salgan con que se trata de un homónimo.
En la crónica se establece que: Todas las carteleras de Carlos Bustamante, aprobadas por el cabildo, cuentan con ubicación privilegiada, en donde la renta del metro cuadrado en predios privados tiene un alto costo. De ahí que el alcalde saliente sacó provecho al auto-aprobarse el uso de la vía pública a un precio muy bajo y por tiempo indeterminado.
Indica que: Los espectaculares están en la avenida de la Amistad, sobre un área verde de la Zona Río, en el carril izquierdo de la línea internacional en un área verde, en la Vía Rápida Oriente sobre el talud de la canalización de la Zona Río y la Vía Rápida Oriente bajo el Puente México.
El resto –agrega- están en la avenida Internacional y Puente Paseo de los Héroes, Calle Tercera y Bulevar Sánchez Taboada a un costado de Mexitlán, en Vía Rápida Poniente y acceso a la Línea Internacional, así como en la gaza de incorporación al Puente México en la Calle Segunda. Y cita otras cosas más. Vale la pena leer la nota.
Hacer negocios, dedicarse a actividades mercantiles o empresariales, es algo que puede realizar cualquier persona. Sin embargo, legalmente hablando, ningún funcionario puede beneficiarse utilizando sus facultades a favor de sí mismo. Eso es ilegal.
Independientemente de que tales hechos, evidencian que lo de Ciudad con orden, era un simple pregón, falta ver qué trato dará a este asunto el nuevo Síndico Municipal, Arturo Ledesma. Falta ver si le fincará responsabilidades al aún alcalde, o se hará de la vista gorda, porque al mismo tiempo Bustamante benefició a su hermano, Miky Ledesma. Por cierto, de esto, Bustamante no dijo nada en su tercer informe. Obvio.