Es colmo
Octavio Fabela Ballinas
Durante el tiempo que despachó como Director de Policía y Tránsito en el municipio de Rosarito, Francisco Castro Trenti hizo muchas cosas
mal, pero hay algo que nunca intentó siquiera hacer y esto es respetar los derechos humanos de los detenidos por sus gorilas uniformados.
Por eso ahora resulta ilógico y hasta ofensivo su nombramiento como subprocurador de los derechos humanos en Tecate, Tijuana y Rosarito.
Esta decisión de no dejar sin chamba al hermano del desterrado Fernando Castro Trenti es peor que una mentada de madre por parte del
procurador Arnulfo de León Lavenat.
¿De que forma podrá exigir un trato digno y justo quien teniendo la oportunidad de ofrercerlo nunca lo hizo? ¿Acaso tendrá calidad moral para reclamar cuando la policía maltrate a algún detenido en la celda
que él mismo construyó y que se conoce como el karaoke? ¿En manos de
quien estamos?
El procurador de los derechos humanos debe una amplia explicación de este su proceder al pueblo que le paga su salario. Y yo agregaría que sería sano que junto con la aclaración mostrara la renuncia de Castro
Trenti y de paso tambien la suya.