Octavio Fabela Ballinas
"Todo Mexicano es Guadalupano", esta es una frase popular que refleja
el profundo amor que en este país se le profesa a la Virgen de
Guadalupe.
Una de las características principales del pueblo de México es que es
profundamente religioso; cerca del noventa por ciento de la población
se considera creyente Católico y de ellos, casi la totalidad le tiene
mucha devoción a la Virgen de Guadalupe.
Hay altares dedicados a la Virgen e imágenes de Ella, prácticamente
en todas partes: en los mercados, en coches y camiones, en las casas,
en los sitios de taxis, y hasta en la billetera!
Ella es la Santa Patrona de México y acompaña a todos sus "hijos" en
sus labores diarias: el deportista no puede salir ala cancha, sin
antes pedirle suerte.... las ventas del día se le agradecen a la
Guadalupana.... desde un retablo Ella cuida de los obreros de la
fabrica, y por supuesto, ella vela por nuestro sueño.
¿De donde viene este gran fervor hacia la Virgen de Guadalupe?
Esencialmente del hecho de que Ella es la Virgen Mexicana.. . Ella
escogió a México para revelarse, distinguió a los mexicanos con ese
acontecimiento y por tanto es la Madre de todos.
La Virgen de Guadalupe es más que un símbolo religioso, es un emblema nacional!
En ella converge el nacionalismo de un pueblo humilde y generoso, con
el fervor religioso. Es la unión perfecta entre 1o místico, 1o
espiritual y la vida terrenal.
El obrero de una fabrica, el empresario, la secretaria, el jardinero
y el bolero, el ama de casa y el estudiante y por supuesto los niños,
reconocen en la Virgen de Guadalupe a la Madre de Dios, y
especialmente la quieren como Madre de todo este pueblo.
En suma, entre los mexicanos, a pesar de que existen diferencias
económicas, culturales y sociales, todos encuentran un punto de unión
en la Virgen de Guadalupe, porque es mexicana, y porque uno de sus más
grandes milagros es lograr la unión de todo un pueblo tan diverso, en
una sola fe.....la fe Guadalupana.
La religión siempre ha estado presente en la vida de los mexicanos.
Desde los tiempos pre-hispanicos, se creta que el mundo era dominado
por fuerzas sobre-naturales.
Había un dios para cada aspecto de la vida del México Antiguo, y
habían celebraciones y rituales para cada ocasión. La religión era,
indudablemente, la fuerza reguladora de la vida de las naciones
indígenas.
El México pre-hispánico era politeísta. Había un dios para cada
actividad económica, como la pesca, la caza, el comercio y la
agricultura... otro para cada fenómeno de la naturaleza: la lluvia, el
viento, el fuego, otro para los astros como el sol, la luna o las
estrellas
A su llegada al continente americano, los españoles descubrieron un
mundo profundamente místico.
Los conquistadores se dieron entonces a la tarea de convertir a los
indígenas a la fe Católica, y por supuesto prohibieron sus ritos
religiosos tradicionales.
En esa época, gran parte de la estrategia de conversión se basó en
sustituir a los dioses pre-hispanicos por deidades Católicas; y
destruir sus templos paganos para erigir Iglesias.
Uno de los ídolos más importante del México Antiguo era la diosa
Tonatzin, cuyo nombre significa "Nuestra Madre Señora Tierra", la
cual tenía un pequeño santuario en el cerro del Tepeyac.
Fue en el año 1531, tan sólo diez anos después de consumada la
conquista militar de los Españoles sobre Tenochtitlan, en ese mismo
cerro del Tepeyac que la Virgen de Guadalupe, la Virgen Morena, se
apareció para consagrarse como la Reina de México.
Y sucedió la mañana del 9 de Diciembre de 1531, cuando un humilde y
sencillo hombre llamado Juan Diego, realizaba el viaje entre su pueblo
y el pueblo de Tlaltelolco a donde asistiría a la Santa Misa.
En el trayecto, al llegar al pie del cerro del Tepeyac, sintió que
había algo especial... escuchó en la cumbre el canto de muchos
pájaros; sintiendo una calida paz, subió la cuesta y para su asombro
fue entonces que pudo contemplar la imagen de la Santísima Virgen.
Se arrodillo ante ella y con una inmensa devoción escucho lo que Ella
le pedía: "Sabe y ten entendido, tú, el más pequeño de mis hijos, que
soy la siempre Virgen Maria. Deseo que se erija aquí un templo para en
el mostrar y dar todo mi amor, toda mi compasión. Ahí escuchare a los
que a mi clamen, a quienes me busquen, a los que en mi confíen”
La Virgen pidió a Juan Diego que fuera a ver al Señor Obispo para
exponer su deseo. El hombre obedeció y dio su mensaje al Obispo, pero
él no se mostró muy convencido, por lo que le pidió que le trajera una
prueba.
El 12 de Diciembre Juan Digo volvió a ver a la Virgen quien le dijo
que subiera al cerrillo y cortara las flores que ahí encontrara. Esa
diversidad de rosas que encontraría, iban a ser la prueba que llevaría
al Obispo.
El indígena obedeció y corto cuantas flores cabían en su ayate y se
las llevó a la Virgen quien le ordenó que se las presentara únicamente
al Obispo.
Al llegar ante el Obispo, Juan Diego desplegó su ayate, cayeron las
rosas por el suelo y en su manto apareció la imagen de la Santísima
Virgen.
El Obispo al ver el prodigio se arrodillo reconociendo la mano de Dios.
El ayate era una prenda de vestir utilizada por la gente sencilla y
pobre de México, tejida a mano con el hilo del maguey. La aspereza de
la tela hacia imposible que se pudiera pintar sobre ella….de acuerdo a
muchas pruebas científicas, la imagen de la Virgen no fue pintada,
está plasmada de forma inexplicable...es realmente un milagro!
La imagen de Virgen mide 1 metro 43 centímetros desde la cabeza hasta
el ángel que aparece a sus pies... Su rostro comunica ternura y
paz...es de cabello negro y tez morena,...como el pueblo Mexicano.
El Santuario que Ella le pidió a Juan Diego, se construyó en el Cerro
del Tepeyac y lleva por nombre Basílica de Guadalupe.
La imagen de la Virgen ha estado profundamente ligada a la historia de
México. En especial, al iniciarse la lucha por la independencia en
contra del yugo de España, el cura Miguel Hidalgo llamó al pueblo de
México a levantarse en armas teniendo como estandarte una imagen de la
Virgen de Guadalupe.
Cien años más tarde, durante la Revolución, las tropas de Emiliano
Zapata gritaban "vivas" a Nuestra Señora de Guadalupe. Indudablemente
es su imagen símbolo de la mexicanidad.
Como a una verdadera Madre, a la Virgen se le pide todo tipo de ayuda.
Se le pide por la salud de sus fieles, por el bienestar económico,
por la paz.
Entre sus fieles esta aquel que entra de rodillas a pedir perdón o a
agradecer un favor recibido.
Y también está el que se 'Jura", es decir promete, ante la Virgen no
volver a cometer una falta. El alcohólico jurará no volver a tomar, el
desempleado pedirá por una oportunidad laboral, el enfermo por la
salud. Y a cambio del alivio y del perdón, la Virgen de Guadalupe
tiene toda la fé, la devoción y la esperanza de todo un pueblo que le
brinda su amor.
No es exagerado decir, que el 12 de Diciembre, fecha conmemorativa de
la aparición de la Virgen, es la fiesta nacional de México por
excelencia.
Ese día, miles de fieles de todo el país, realizan la peregrinación
más importante de todas las que se realizan en el año hacia la
Basílica de Guadalupe.
En el atrio, en el que confluyen e1 antiguo Templo de Guadalupe
inaugurado en 1895, ano de la Coronación de la Sagrada Imagen, junto
con la nueva Basílica terminada de construir en 1976, se reúnen año
con año los hijos de la Guadalupana Desde el día anterior a la gran
celebración, empiezan a llegar miles y miles de personas.
Muchas de ellas hacen el viaje, desde su lugar de origen, en
bicicleta. Hay camiones que los van siguiendo para ayudarlos, de ser
necesario, y para que ahí descansen ella noche. Por la mañana
reinician e1 fervoroso viaje.
Estos camiones van decorados con la imagen de la Virgen y flores.
El monumental atrio de más de 46 mil metros cuadrados, empieza a llenarse.
Hay un mercado en e1 que se venden todo tipo de imágenes de la Virgen,
y recuerdos de la visita a la Basílica.
Mientras algunos peregrinos llegan de rodillas en señal de la enorme
devoción a la Guadalupana, otros le ofrecen sus incansables danzas.
Estos bailes son una mezcla de los rituales pre-hispanicos y
Católicos.
También son tradicionales los cánticos a la Virgen Morena.
Ya en la noche el atrio está completamente repleto de peregrinos.
Es costumbre que artistas famosos del país, vayan a la Basílica a
darle "Serenata" a la Virgen y cantarle "Las Mañanitas".
Pero no sólo es en la Basílica, en donde se lleva a cabo esta
celebración. En todos los rincones del país, se hacen fiestas en honor
a la Virgen
En Huamantla, en el estado de Tlaxcala, se hacen preciosos tapes de
aserrín para que la Virgen pase sobre ellos en la procesión.
En prácticamente todos los lugares en donde hay un altar a la Virgen,
se hace una celebración especial en este su día.
Ya en la madrugada, por todos los rincones del país, se oyen los
estallidos de los cuetes, que con su brillantez coronan esta gran
fiesta dedicada a la Madre de todos los Mexicanos…la Virgen Morena
La Virgen de Guadalupe!