SAN DIEGO.- El mexicano muerto a tiros por un agente de la Patrulla Fronteriza había arrojado piedras grandes al agente, incluida una del tamaño de una pelota de baloncesto, dijeron investigadores.
El fallecido, Jesús Flores Cruz, de 41 años, quien al parecer no tenía permiso para estar en el país, comenzó a lanzar piedras del tamaño de un puño al agente desde una ladera, señaló el miércoles el Departamento del Alguacil del Condado de San Diego. Las piedras fueron cada vez más grandes, y una de éstas golpeó al agente en la cabeza.
El departamento del alguacil dijo que el agente fronterizo realizó el martes al menos dos disparos, temiendo morir o quedar incapacitado si recibía otro golpe en la cabeza. El agente intentó resucitar a Flores Cruz, quien murió de dos heridas de bala en el lugar de los hechos. Se desconoce hasta el momento la identidad del hombre.
El Departamento del Alguacil difundió el miércoles en la noche la identidad de Flores Cruz. Dijo que ésta fue confirmada al compararle sus huellas digitales con unas que le tomaron en 1996 después de que lo arrestara la DEA.
El agente, quien no fue identificado, fue atendido en un hospital por heridas menores y dado de alta.
El hecho, ocurrido en una zona montañosa remota aproximadamente 6,5 kilómetros (cuatro millas) al este del cruce fronterizo Otay en San Diego, ocurrió en medio de la controversia sobre si la Patrulla Fronteriza debe responder con fuerza letal a ataques con piedras.
Según la política actual, los agentes pueden utilizar fuerza letal si tienen una sospecha razonable de que sus vidas o las vidas de otros están en peligro. La Patrulla Fronteriza ha insistido desde hace mucho tiempo que las piedras pueden ser armas letales.
El incidente comenzó cuando dos agentes a pie se separaron la mañana del martes para arrestar a dos personas sospechosas de haber cruzado la frontera ilegalmente desde México, según el departamento del alguacil, el cual está encabezando la investigación.
Un agente vio a Flores Cruz y le ordenó detenerse, en inglés y español, luego lo persiguió al fondo de un barranco y en una ladera donde abrió fuego, señaló el departamento en un comunicado.
El teniente de la oficina del alguacil, Glenn Giannantonio dijo que el relato se basó en la declaración del agente y que no hubo otro testigo sobreviviente.
La Patrulla Fronteriza indicó el martes en un comunicado que el agente temió por su vida y que fueron arrestadas dos personas sin permiso de estancia en el país. Kelly Thornton, una vocera de la oficina del fiscal federal en San Diego, decidieron no acusarlos de delito alguno.
El Foro de Investigación Ejecutiva de la Policía (Police Executive Research Forum, un grupo sin fines de lucro que dirigió un estudio encargado por el gobierno), ha recomendado que la Patrulla Fronteriza y su agencia matriz, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), prohíban el uso de la fuerza letal contra quienes lancen piedras o sospechosos que se transporten en vehículos, dijo el año pasado a The Associated Press el director de la Patrulla Fronteriza, Mike Fisher. La CBP rechazó las propuestas que Fisher calificó de "muy restrictivas".
Agentes fueron atacados con piedras 339 veces durante el año fiscal 2011, más que cualquier otro tipo de agresión, según la contraloría del Departamento de Seguridad Nacional. Ellos respondieron con disparos en 33 ocasiones y 118 veces con medidas no letales, categoría que incluye aerosol pimienta y bastones.
Los ataques con piedras disminuyeron a 185 en el año fiscal 2012, convirtiéndose en el segundo tipo de agresión más común. Los agentes dispararon sus armas en 22 ocasiones y en 42 respondieron con medidas menores a no letales.