Jaime Flores Martínez
Mochos
Satanizados por una sociedad mocha que sin reparo los tacha de adúlteros, el alcalde de Mexicali y su secretaria particular se conforman con el aval de la iglesia. Si están bien con Dios ¿qué les importa la molestia de los diablitos? ¡El obispo Macías aprueba la relación!
La mañana del martes 29 de abril, los asistentes a la presentación del Plan Municipal de Desarrollo se escandalizaron al observar que el presidente municipal Jaime Díaz Ochoa llegó de la mano de su secretaria particular Sonia Guadalupe Carrillo Pérez. Muchos de ellos no toleran que Jaime Díaz desafíe las prácticas conservadoras de una sociedad sumergida en la infidelidad pero cuidadosa de las formas.
Durante los últimos días, en las redes sociales vapulearon a Sonia Carrillo con calificativos impublicables. Resulta imperdonable que haya seducido a un hombre casado que–casualmente-- despacha como presidente municipal. Algunas mujeres visiblemente indignadas la adjetivan soezmente por su relación sentimental.
Y aunque Cicuta no intenta defender a Sonia Carrillo porque ni siquiera la conoce, en realidad es una mujer inteligente que alcanzó una meta. La señora Carrillo lleva 26 años de labor ininterrumpida en el servicio público y seguramente debió librar severos inconvenientes .Durante la gestión de Víctor Hermosillo Celada como alcalde de Mexicali, Sonia Carrillo fue destituida de un cargo secundario.
Su acierto fue mantenerse cerca de Díaz y conocer de cerca sus virtudes y defectos. Sus críticos no le perdonan que maneje a su antojo los accesos de personas y el impulso de personajes que buscan su ascenso político. Aunque Cicuta no destaca talentos específicos de Carrillo, sin duda es una mujer envidiada por el grueso de las féminas mexicalenses.
Al margen del sentimiento mezquino de las conservadoras, el escribiente se reconoce escandalizado del escándalo generado por un alcalde emanado del Partido Acción Nacional que se atrevió a tomar de la mano a su amante en su trayecto a un evento público.
Personajes que testificaron la campaña proselitista reconocen que los candidatos vivieron historias similares paralelas. Mientras Jaime Díaz compartía su estrategia con Sonia Carrillo, en la acera de enfrente el diputado con licencia Eli Topete sostenía un idilio con una jovencita de apenas 23 años. La diferencia es que Jaime Díaz Ochoa es casado y el priísta Topete estaba recién divorciado.
Los reflectores mediáticos se posaron sobre Díaz desde su toma de posesión por los movimientos de Sonia Carrillo. Esta dama pudo ser ubicada como presidenta del DIF, aunque no era la cónyuge del alcalde. El presidente municipal está impedido por ley para integrar un familiar directo a la estructura de gobierno y por ello decidió ubicarla como su secretaria particular.
Para el autor de esta columna lo destacable es la manifiesta indignación de la comunidad local que cuestiona la promoción del adulterio que a su vez aplasta los valores familiares. En Mexicali, la mayor parte de los funcionarios practican la infidelidad aunque lo hacen a puerta cerrada. Muy pocos se animan a exhibir su adulterio y por eso el escándalo Díaz-Carrillo ha trascendido tanto.
Hunter
Muy desafortunada fue la declaración del congresista republicano Duncan Hunter, quien el martes aseguro que desea formar un equipo de soldados norteamericanos para que ingresen a Tijuana a rescatar un sargento gringo recluido en el Penal de la Mesa.
A finales del mes pasado el ex militar Andrew Tahmooressi fue detenido al intentar ingresar a México con tres armas de fuego en su vehículo. El soldado norteamericano argumenta que “se confundió” y de pronto se vio en territorio mexicano. Este hombre asegura que las armas las utiliza para defenderse.
Sin juzgar el error cometido por este militar, la postura del congresista Hunter resulta inconcebible. Cómo puede un personaje de su estatura política cometer tamaña estupidez al sugerir que formaría un equipo de soldados para ingresar armados a suelo mexicano e intenten rescatar a un soldado que cometió un delito.
El más ingenuo de los norteamericanos, sabe que cualquier mexicano que pretenda ingresar a ese país con una simple bala en su bolsillo derecho corre el riesgo de ser encarcelado y procesado por atentar contra la soberanía de los Estados Unidos.
Sin escuchar mayores argumentos, el gobierno estadounidense recluiría a la persona que haya intentado introducir esa bala. Algún comentarista radiofónico calificó el dicho de Duncan Hunter como una gran estupidez, mientras que un especialista en derecho califica este dicho como una declaración de guerra.
Y es que los tratados internacionales prohíben la simple intención de ingresar a otro país con intereses bélicos. Hunter habla de rescatar al marino norteamericano quien aparentemente sufre delirio de persecución por las experiencias vividas en combate.
Hasta ahora la Secretaría de Relaciones Exteriores se ha mostrada cauta, aunque la mayoría de los ciudadanos no dejan de sonreír sarcásticamente al escuchar el dicho de un congresista republicano que había destacado por su conservadurismo. Obvio que este hombre no tiene la más remota idea de la incoherencia que escupió el martes en San Diego.
Hunter es miembro del Comité de las Fuerzas Armadas el Congreso norteamericano, e integrante del Comité de Inteligencia Militar. Ante esto resulta inverosímil que haya sido capaz de sugerir una invasión a suelo mexicano bajo el argumento de la inocencia de un hombre que cruzó la frontera con armas de fuego “pero que no causó daño alguno”. ¡Pamplinas!
Cicuta.com.mx twitter:@jaimecicuta