Mexicali, B.C.- El Diputado David Ruvalcaba Flores, estimó que deben establecerse incentivos para la formación intelectual y cultural de los internos a través de un método claro, que permita la disminución parcial de su pena, con la lectura de un libro y la redacción de un ensayo sobre éste, para combatir el problema de hacinamiento y ociosidad y lograr una verdadera reinserción social que disminuya la reincidencia delictiva.
Esto fue señalado por el Presidente del Congreso del Estado, al presentar una Iniciativa con Proyecto de Decreto que adiciona un artículo a La Ley de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales para el Estado de Baja California, en la sesión celebrada este jueves.
Consideró en su exposición de motivos, que la prisión debe cumplir una doble función, el evitar la comisión de ilícitos y reinsertar en la sociedad a los sentenciados y, lo más importante, salvaguardar de forma eficaz a la sociedad al reducir la libertad de los infractores.
Sin embargo, lejos de ser un espacio para promover la reinserción de quienes violan la ley, las prisiones son en algunos casos, espacios hacinados, donde la violencia prevalece y la reincidencia es un factor que demuestra su poca efectividad, aseveró.
Mencionó que acorde a los datos de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario Federal, el Estado de Baja California, tiene cinco centros penitenciaros, con una capacidad de 14 mil 987 reclusos y actualmente cuentan con una población de 17 mil 122 internos, lo que equivale a una sobrepoblación del 14.25%, es decir, se ostenta el lugar octavo de las prisiones con sobrepoblación en el país.
Así, un centro penitenciario con hacinamiento e internos sin instrucción, está lejos de alcanzar su objetivo central: la reinserción social, subrayó Ruvalcaba Flores.
Luego el legislador hizo referencia a que cuando se reformó la Constitución General de la República, para establecer que el objetivo de la prisión era la reinserción, se entendió que el individuo tiene que estar en el centro de toda estrategia penitenciaria, pero en relación al orden social que ha roto y no como un ente que debe purgar una pena.
Por ello, -dijo- el Sistema Penitenciario tiene como finalidad, buscar los caminos adecuados para ayudarlo a restablecer sus vínculos con la sociedad y reparar de forma consciente el daño ocasionado, debido a que en la reinserción se requiere un respaldo social amplio, que ayude para que el individuo una vez en libertad, encuentre opciones reales para evitar delinquir de nuevo.
Por lo cual se hace necesario que existan métodos para incentivar al sentenciado a formarse académicamente, a construirse una cultura y formarse un criterio que le permita vivir en sociedad como un ciudadano responsable, lejos de la ilegalidad; pues, acorde a Paulo Freire: "Solo en la educación puede nacer la verdadera sociedad humana y ningún hombre vive al margen de ella".
Puntualizó que debido a que las prisiones en Baja California, presentan un 14.25% de sobrepoblación de internos y los sentenciados que salen de estos centros de reinserción, están reincidiendo en la comisión de delitos; para atajar este problema social de múltiples aristas, se propone establecer, la lectura como mecanismo de reducción parcial de la pena