Por. Gabriel Arreguin/Redacción ABC
Tijuana.- El fatal accidente del niño Iván Alexander dejó en evidencia situaciones anómalas y graves que deben ser resueltas por las autoridades que se vieron involucradas en el hecho.
Entre otras, cabe destacar la irresponsabilidad y burocratismo de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana, al no atender con prontitud los reportes ciudadanos de alcantarillas sin la tapadera correspondiente, en vías primarias y secundarias, a causa del vandalismo constante en el que se involucra la falta de vigilancia policíaca preventiva y el encubrimiento de las autoridades judiciales que no investigan ni proceden en contra de los compradores de artículos robados.
En una conferencia de prensa, Alfonso Álvarez Juan, director de la mencionada dependencia estatal, dijo: “El robo de la tapa (sic) de la alcantarilla en la que cayó el menor, nos la reportaron el 22 de octubre del año pasado y fue cuando se generó un folio, para posteriormente resolver el problema el 14 de noviembre. Posteriormente se la volvieron a robar, pero estaba tapada con madera”.
Como se recordará, el suceso eventual que alteró el orden de una familia por el descuido de la progenitora del pequeño de dos años, mantuvo en expectativa al grueso de los pobladores de Tijuana y tuvo impacto transfronterizo, pues las acciones de búsqueda se mantuvieron durante 72 horas en las que se revisaron cuatro mil 100 metros de acueducto subterráneo, distancia en la que fue encontrado el cuerpo inerte del menor
El hecho debe llamar la atención para que la CESPT actualice sus planos de la red hidráulica y, sobre todo, del sistema de alcantarillado para que se ponga en coordinación con las autoridades correspondientes y coadyuven en la vigilancia de sus instalaciones, en virtud de que la delincuencia común tiene como objetivos el robo de tapaderas de alcantarillas y de medidores de agua.
A la fecha existen reportes de ciudadanos que han denunciado ante policías municipales el robo de los mencionados accesorios, pero han confirmado que los vándalos continúan con sus actividades ilícitas sin recibir el castigo correspondiente.
La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana no por lo mencionado debe deslindarse del problema, pues es la principal responsable de sus instalaciones y de los accidentes que ocasionen las condiciones irregulres en las que éstas se encuentren y que uno de los más graves ha sido el fatal desenlace de la pérdida de la vida del menor Iván Alexander, sin contar con los desperfectos mecánicos que sufren constantmente las unidades móviles que “caen” en alcantarillas sin tapaderas.
Asimismo, el organismo paraestatal debe buscar la coordinación con las autoridades municipales y judiciales para que se someta a un estricto escrutinio a las recicladoras registradas en los municipios metropolitanos de Tijuana, Tecate y Rosarito, a fin de que se les impongan sanciones severas que los disuadan de adquirir objetos de los cuales saben perfectamente que su procedencia es ilícita. Para ello, los recicladores deben exigir una copia de identificación oficial a quienes les llevan ese tipo de mercancía a vender.
