Juan Miguel Hernández

El poder adquisitivo y nivel de vida de los ciudadanos fronterizos presenta un retroceso de más de 25 años, a consecuencia de los bajos salarios que solo alcanzan para solventar las necesidades básicas para vivir. Coincidieron el miembro del Colegio de Economistas, José Luis Contreras, y Wilfrido Ruiz, jefe del departamento de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef).

José Luis Contreras comentó que el pobre incremento que han presentado los salarios en los últimos 25 años, en contra parte con el alza en los costos de los productos básicos de alimentación, salud y educación, ha modificado la dinámica de la vida familiar; teniendo que verse en la necesidad todos los miembros del hogar de salir a trabajar.

Obligando en algunos casos a los jóvenes a dejar los estudios: "Este es un problema social muy serio que debe estar en la agenda pública antes de que se salga más de control", aseveró.

Contreras ejemplificó que hace 25 años un salario mínimo alcanzaba para comprar casi 20 kilos de tortillas, pero ahora, dijo, alcanza para comprar solo de 4 a 5 kilos; asimismo, señaló que mientras que antes con el ingreso mínimo comprabas 4 kilos de huevo y 10 litros de leche, ahora únicamente 4 litros de leche y 1 kilo de huevo.

"Esto es un referente que permite darnos cuenta cómo se ha ido deteriorando el poder adquisitivo del salario y por qué se hace necesario revisar los niveles de remuneración para poder hacer que la población recupere los niveles de vida", indicó.

Igualmente, Wilfrido Ruiz dijo que los bajos sueldos han dado como resultado que las familias se limiten a sacar los requisitos básicos para subsistir, dejando muy poco margen para invertir en educación, salud y recreación. 

"Lo que estamos notando es que el asalariado promedio destina cada vez una cantidad mayor de su salario a adquirir los alimentos básicos, es decir, los productos que obligatoriamente debe comprar, en este sentido, el ingreso que le queda para otro tipo de productos y servicios que son igualmente necesarios como electricidad, transporte, servicio de agua, alquiler, esparcimiento, salud, es cada vez menor, lo cual afecta cada vez más la calidad de vida", aseguró.

Para resarcir la pérdida del poder adquisitivo de la población, José Luis Contreras afirmó que es necesario desvincular el salario mínimo de multas y trámites, y lamentó que el aumento en los ingresos de los trabajadores se da por decreto y no como un proceso de las condiciones de mejoramiento de los niveles de productividad.

"El motor del crecimiento económico es el consumo, y si el ciudadano tiene mayor capacidad, mayor oportunidad de consumo; vamos a poder mover la economía por el camino del crecimiento. Al sector empresarial le preocupa que todos los trabajadores vivan bien, y además sabemos que un trabajador con un buen nivel de vida que tenga satisfechas sus necesidades básicas, va a ser mas productivo", subrayó el miembro del Colegio de Economistas.

Sin embargo, Wilfrido Ruiz refirió que la situación se torna compleja debido al alto número de desempleados que existe y la poca captación de ingresos de las empresas, lo que hará más difícil a corto plazo el aumento de los sueldos.

"Las empresas han visto mermado su nivel de ventas y en ese sentido su capacidad para generar más empleos se ha visto reducida, y lo que vemos claramente es que hay un mayor desempleo, en esas condiciones de desempleo alto es muy difícil que el salario mejore, ya que los que disponen de empleo tienen poca capacidad para presionar y negociar con el empresario, puesto que existe una oferta de trabajadores fuera de la empresa que están esperando un puesto de trabajo", concluyó el investigador de El Colef.