El director de Protección Civil de Baja California, Antonio Rosquillas, advirtió que Tijuana vive la amenaza constante de deslizamientos de tierra, "la mala noticia es que este no va ser el último en esta ciudad, van a seguir ocurriendo, no sabemos dónde va ser el próximo".
"A mí me preocupa un eventual sismo con sacudidas fuertes. Lo que han dicho los expertos en nuestros catálogos de riesgo, que en lo que llega a ocurrir un terremoto cercano a la ciudad de Tijuana con sacudidas importantes, vamos a tener este tipo de deslizamientos multiplicados por diez o por 100", indicó.
A 72 horas del deslizamiento que se originó este domingo en la colonia Anexa Miramar, el funcionario estatal explicó que la razón principal de estos fenómenos es asentarse en un terreno irregular. "Donde las pendientes tienen mayor inclinación, donde hay una densidad poblacional, donde hay asentamientos humanos que han modificado el suelo, o se han hecho cortes de 90 grados", apuntó.
Y agregó: "También donde se han hecho carreteras, caminos o calles, callejones, se ha introducido agua potable, pero después de 20 o 30 años de haber tenido letrinas, o fosas sépticas y haber derramado agua por la superficie a falta de drenaje sanitario. Las primeras casas fueron de madera ligera, y con el tiempo la gente ha ido construyendo sus casas con material pesado de mampostería, concreto, varilla, muros de contención sobre suelos muy ligeros".
Rosquillas precisó que "este no es el primero, en Tijuana ya tenemos documentados más de 80 sitios donde han ocurrido deslizamientos de masa de terreno. Unos más grandes, otros más pequeños". Recordó la colonia Primer Ayuntamiento, Anexa Ramírez, Defensores de Baja California, Lomas Conjunto Residencial, Terrazas de La Presa, Laderas de Monterrey y Laderas del Río.
"A excepción de Terrazas de La Presa y Laderas de Monterrey, todos los deslizamientos han ocurrido en colonias que fueron asentamientos irregulares, que posteriormente los regularizaron. Nos damos cuenta que inicia una colonia bien, pero luego se anexa otra donde ya no debieron haber tenido asentamientos. El problema es que la única manera de disminuir la probabilidad es de ir siguiendo una serie de recomendaciones que nos han hecho los geólogos, ingenieros en geotecnia y otros expertos".
Debemos empezar por un ordenamiento territorial y estricto por la autoridad municipal en vigilar toda esta zona que ya se tiene detectada. Incluso, dijo, el Atlas de Riesgo, en la página de Protección Civil municipal, está el plano número nueve, donde se plasman de color rosa todas las áreas y laderas propensas a movimientos, que tienen pendientes entre 30 y 45 grados de inclinación. "Todas estas zonas deberían ser estrictamente vigiladas por la autoridad municipal", insistió.
"Las reglas que se deben aplicar para evitar que esto siga sucediendo, es no permitir construcciones de mampostería, inclusive no más de dos pisos y tendrían que ser de madera, con tabla roca, ligeras; evitar muros de contención. A partir de hoy evitar más asentamientos y cero cortes de 90 grados, no letrinas, no se debe permitir que laven carros, que rieguen jardines, porque todo esto con el tiempo va mellando", advirtió.
Continuó: "Las evidencias de lo que ha sucedido en la colonia Anexa Miramar han dado la vuelta al mundo. Ver cómo una zona poblada, es impresionante ver cómo las casas se derrumban, se estrujan entre la tierra. Otro factor es que varios de estos deslizamientos ocurren en las colonias anexas".
En cuanto a los vecinos, comentó que deben ser consientes de no permitir que entren los camiones de refrescos, de gas, de agua, pues quieran o no, son vibraciones que van metiendo dos o tres veces al día.
El Director de Protección Civil señaló que en este escenario, es menester solicitar una política para reducir al máximo los movimientos de terrenos, "porque no nomás se pierde la casa, como en un incendio, donde queda el terreno, y si no se atiende a tiempo, los muebles... y hasta la vida".
"Estamos proponiendo en una nueva ley que todas estas zonas consideradas de alto riesgo, se declaren como tal, y se le dé un destino de zona verde. Son zonas que con el tiempo se reactivan. Se necesita una política estricta de Gobierno, de los tres niveles, en materia de desarrollo urbano... Ellos son los que deben definir cómo, con qué y bajo qué reglas se tiene que construir, pero ya no tiene que ver incompatibilidad en los usos de suelo"