CIUDAD DE MÉXICO, 23 de junio.- Es falso que Anastasia Lechtchenko, la joven de origen ruso que asesinó y descuartizó a su madre y a su hermana, haya sido torturada, víctima de abuso sexual por parte de policías y obligada a firmar su confesión, aseguró la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California.

Para José María González Martínez, subprocurador contra la Delincuencia Organizada de la PGJE, tales acusaciones son sólo parte de una “estrategia de defensa” del abogado de la joven, pero resaltó que lo importante es lo que pueda sustentarse con pruebas.

Gabriel González Celestino, abogado de Anastasia, denunció que la joven fue torturada y abusada sexualmente por policías ministeriales, para declararse culpable de un crimen que no cometió.

En respuesta, el subprocurador González Martínez dijo: “Definitivamente es una falsedad; lo cierto es que la acusación se basa en pruebas. La inculpada declaró en dos ocasiones al Ministerio Público; las dos veces se le hicieron certificados médicos; no refirió agresión de ningún tipo, ni tortura, y mucho menos una agresión sexual”.

De acuerdo con un reporte del semanario Zeta, el funcionario dijo que la acusada pudo haber acudido a alguna instancia como Derechos Humanos o la Visitaduría de la PGJE cuando estuvo en libertad después de confesar el crimen, pero no lo hizo.

Añadió que el sábado 20 de junio, cuando rindió su declaración preparatoria en el Juzgado Quinto Penal, tampoco refirió alguna agresión, aunque sí desconoció la confesión que había hecho ante al Ministerio Público.

“Ella dice que llegó a la casa y estaban los cuerpos así; realmente fue un mecanismo de defensa”, consideró el subprocurador.

Explicó que la joven, nacida en San Luis Potosí y de padres rusos, dijo en el Juzgado que fue detenida por la Policía Municipal y que uno de sus elementos la abofeteó pero, señaló, no hubo participación de esta corporación en el caso. Anastasia también declaró que estuvo en la Procuraduría General de la República (PGR), cuando no fue así, agregó el funcionario local.

Negó que agentes de la PGJE estén siendo investigados por tortura y abuso sexual.

Recordó además que, de acuerdo con valoraciones “superficiales”, se determinó que la joven no padece de algún trastorno mental o que estuviera bajo el efecto de alguna droga en el momento del crimen.