José Enrique García Sánchez /El sol de Tijuana

Tijuana.- La capacidad instalada para atender pacientes con desórdenes mentales fue desmantelada, y también dejó de invertirse en ella, para favorecer el gran negocio en que se convirtió el Hospital de Salud Mental con cargo a los contribuyentes, por eso la reciente intervención del Gobierno estatal para revisar las condiciones del convenio con esa institución es una buena decisión. "Ya se habían tardado", afirmó el psiquiatra del Hospital General de Tijuana, Hermilo Fernández.

Fernández aplaudió la decisión del titular del Seguro Popular en Baja California, en el sentido de revisar las condiciones en que se había firmado el convenio mediante el cual se entregaron durante años, millones de pesos del erario para que atendieran pacientes con problemas de salud mental, y consideró necesario que haga una investigación a fondo sobre el tema.

El profesionista, quien despacha como psiquiatra en el Hospital General desde su fundación, dijo que fue evidente cómo la administración estatal renunció a invertir en infraestructura propia para atender directamente esa problemática social, a fin de favorecer un claro negocio de particulares en que los beneficiarios eran hombres cercanos al gobierno.

Señaló especialmente al doctor José Guadalupe Bustamante Moreno, secretario de Salud del Estado durante las dos administraciones estatales anteriores, quien colocó a incondicionales suyos en ese negocio de particulares a donde se canalizaban impunemente los pacientes que llegaban al Hospital General buscando atención especializada.

"Desde el principio fue un negocio particular, principalmente del doctor Bustamante moreno, a tal grado que puso como director general a una persona que no sabe nada de medicina y mucho menos de psiquiatría, pero es su incondicional y también ganando seguramente un sueldo fabuloso", dijo Fernández, quien responsabilizó al actual director del Hospital General, Fernando Peñúñuri Yépiz, de prestarse a esas irregularidades.

"Soy el psiquiatra del Hospital General, soy el único, hay otro que tiene plaza de psiquiatría pero no tuvo la formación, y durante tres años yo estuve sin ver pacientes, porque por orden del doctor Bustamante todos los pacientes de psiquiatría del Seguro Popular debían ser enviados al Hospital de Salud Mental.

"Llevan tres años y medio canalizando de los fondos del Seguro Popular, cantidades fabulosas. Yo había calculado 36 millones de pesos al año, y resulta que según Alejandro Monraz (director de este programa en el Estado) es casi el doble, no encuentro ninguna justificación para esa enorme cantidad y peor aún, que el hospital mental ha estado captando la mayoría de los recursos del seguro popular y por eso hay tantas carencias", abundó Hermilo Fernández.

Las autoridades del Hospital General negaban la presencia de Fernández con la clara intención de canalizar a la gente hacia el Hospital de Salud Mental. "Trataron de acabar con lo que había. Durante tres años me gané los premios de puntualidad y asistencia. Venían los pacientes y me negaban, decían que yo ya no estaba ahí. Así de impune, porque desgraciadamente el director general dejó al equipo anterior. Puros incondicionales de José Guadalupe Bustamante Moreno", añadió el psiquiatra.