Mal y de malas
Gilberto LAVENANT
A los priístas, no les ha ido nada bien en Baja California. En el 2013, no solamente no lograron arrebatar la gubernatura estatal al PAN, sino que perdieron terreno y dominio en la Legislatura. En principio, comparando el número de diputaciones que lograron las dos coaliciones, la encabezada por el PAN y la lidereada por el PRI, 12 a 11, quedaron más o menos empatadas.
Ese aparente equilibrio, desalentó un tanto a los panistas y aliados, y estimuló a los priístas y asociados. Además, los priístas de la XX Legislatura, lograron reformar la Ley Orgánica del Poder Legislativo, estableciendo la exigencia de mayoría calificada para designar a los funcionarios del Congreso. Como ninguna de las fracciones parlamentarias podrían garantizar 17 votos en un determinado sentido, o sea la mayoría legislativa, se presumía que el reparto de posiciones sería bajo la fórmula de : “tú uno, yo otro”, hasta agotar designaciones.
Sin embargo, en la primera parte, al momento del reparto de comisiones, que se suponía también se resolvería con la misma fórmula, del uno y uno, les fue mal a los priístas. Pésimamente, podría decirse. Quedaron relegados, como si fuesen un grupo minoritario, de tal manera que no tendrán ningún dominio, como originalmente suponían.
La Coalición Unidos por Baja California, integrada por el PAN, PRD, PANAL y PEBC, se sirvió “con la cuchara grande”, pues logró 4 comisiones dictaminadoras y 9 comisiones ordinarias.
La Coalición Compromiso por Baja California, integrada por PRI, PVEM, PES y PT logró apenas 1 comisión dictaminadora y 11 ordinarias.
Y sin duda alguna, la mejor parte se la llevaron los panistas, pues lograron las comisiones dictaminadoras de mayor relevancia y peso político, como lo son las de Hacienda y Presupuesto, la de Administración y Finanzas, así como la de Reforma de Estado Primera, además de la de Gobernación, Legislación y Puntos Constitucionales, que encabezará el perredista Roberto Dávalos.
En dichas comisiones, se discute todo lo relativo a presupuesto o ejercicio del gasto público, las posibles fallas, excesos o desviaciones de recursos en la administración pública. La conducción de los temas estará a cargo de los panistas.
En el caso de la Coalición encabezada por el PRI, obtuvo solamente una comisión dictaminadora, que presidirá el diputado Rodolfo Olimpo Hernández, en una primera parte, y en la segunda, la priísta María del Carmen Frías.
En cuanto a comisiones ordinarias, los panistas encabezarán las de Salud, Equidad y Género, Derechos Humanos, Desarrollo Social y Desarrollo Urbano. De la misma coalición, pero del Panal, dirigirán las de Educación y Medio Ambiente, en tanto que del PEBC las de Desarrollo Metropolitano y Comunicación Social.
En el mismo tenor, en cuanto a comisiones ordinarias, los priístas encabezarán las de Energía, Asuntos Fronterizos, Agricultura, Familia y Protección Civil, Fortalecimiento Municipal, Juventud y Deporte, Trabajo y Previsión Social y Turismo, en tanto que diputados del PT encabezarán las de Jurisdiccional y Derechos de las Personas con Discapacidad, Tercera Edad y Niñez.
De la misma coalición, la comisión de Reforma de Estado, la encabezará el diputado Fausto Gallardo, del PVEM.
Así mismo, los diputados de Movimiento Ciudadano encabezarán las comisiones de Justicia y Seguridad Pública, áreas sumamente importantes.
Un aspecto importante es que el panista Cuauhtémoc Cardona, quien preside la legislatura en el primer período ordinario, presidirá la comisión dictaminadora de Reforma de Estado primera, en tanto que el coordinador de la fracción parlamentaria blanquiazul, Gustavo Sánchez, encabezará la comisión de Derechos Humanos.
Por su parte, el exdirigente estatal del PRI, René Mendívil, aunque encabeza la Junta de Coordinación Política, no encabezará ninguna comisión dictaminadora, sino la ordinaria de Fortalecimiento Municipal. Se estima que no tendrá la fuerza política que los priístas tuvieron en la XX Legislatura y que la manejaron casi como si fuese de su propiedad absoluta.
Esto, en principio, indica que el trabajo legislativo de los priístas y sus coaligados, será sumamente difícil y contra corriente. Los equilibrios o desequilibrios, se observarán en cuanto empiecen a presentar iniciativas y las sometan a votación.
Al menos en el reparto de comisiones, el PRD, con un solo diputado, tan sólo por haber participado en coalición con los panistas, obtuvo una posición más ventajosa que el PRI, pues logró la presidencia de una comisión dictaminadora, que es la de Gobernación, Legislación y Puntos Constitucionales. Lo mismo se puede decir de “partidos pequeños” como Panal, PEBC y MC, con dos diputados cada uno, que lograron la presidencia de comisiones ordinarias para cada uno de ellos.
Similar ventaja lograron los “peques” aliados del PRI, pues lograron presidencia de comisiones para cada uno de sus diputados : 2 PT y 1 PVEM, en tanto que el PES logró encabezar una comisión dictaminadora, la de Fiscalización del Gasto Público.
Esta legislatura será de los partidos minoritarios, el PAN y sus aliados serán los ganones y el PRI está condenado a vivir arrinconado. Como dicen por ahí, los legisladores priístas “van a ver su suerte”. Van a estar, mal y de malas.