Tijuana, B.C.- Una Reforma Energética deberá ser aquella que esté bien constituida, realmente substancial y traiga beneficios económicos a las empresas que participen en los distintos aspectos de la industrialización y comercialización de los hidrocarburos.
Lo anterior lo manifestó el Corredor Público No. 16, Joaquín Oseguera Iturbide, miembro del Colegio de Corredores Públicos de Baja California, quien indicó que grandes expectativas ha causado la reforma para permitir la modificación del Artículo 27 Constitucional, que admita la participación de los particulares en la exploración y comercialización de los energéticos en nuestro país.
En ese sentido, explicó que dentro de los lineamientos que deberán considerarse para esta reforma; son que los cambios de las reglas en la industria del petróleo y en otras fuentes de energía, deberán ser substanciales de tal naturaleza que permitan la participación tanto de empresas pequeñas, medianas y grandes.
Cuya participación esté en los aspectos de la industrialización y comercialización de los energéticos en condiciones de igualdad; y no teniendo un sector o un grupo de empresas en una posición privilegiada o dominante sobre las demás, a fin de evitar las situaciones de monopolio tan recurrentes en el país, enfatizó.
Asimismo, Oseguera Iturbide recalcó que las reglas de inversión deberán ser económicamente viables, para que el inversionista pueda tener un rendimiento del capital aportado conforme a tasas competitivas globalmente.
“No podemos perder de vista que tratándose de petróleo, este es una materia prima con una demanda mundial y por lo tanto, el que invierte tiene información de cuánto cuesta extraerlo, producirlo y venderlo, y así como el petróleo es abundante, los requerimientos de capital para su explotación no son abundantes, ya que ellos están pendientes del entorno completo donde se va a invertir, que en otras palabras, es cómo se garantiza la inversión en México”, expresó.
Las reglas de participación de la inversión y de su rendimiento, deberán ser claras y precisas para todo el mundo; “Sin clasificaciones absurdas o caprichosas, sino donde las reglas del juego en el mercado de la energía, estén respaldadas por un marco institucional que dé confianza y permanencia a largo plazo; sin los ingredientes anteriores, la reforma se puede quedar en la expectativa, sin transformación económica para el país”, concluyó el Corredor Público.