El dispositivo desarrollado en el Cinvestav Unidad Monterrey detectaría en menos de cuatro horas la bacteria que causa la sepsis neonatal, con lo que es posible ofrecer tratamiento oportuno.
Una mala higiene en el hospital o nacimiento prematuro son algunos factores por las que un recién nacido puede contraer sepsis, una enfermedad que en México afecta hasta a 15 de cada mil neonatos, y causa la muerte a 25 por ciento de los afectados. Es por ello que expertos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) desarrollan un microchip para detectar la bacteria causante de la enfermedad.
Si bien este padecimiento infeccioso puede ser tratado, su éxito está sujeto a un diagnóstico oportuno, objetivo que persigue este desarrollo realizado por José Luis García Cordero, investigador del Cinvestav Unidad Monterrey, al ofrecer resultados del diagnóstico en cuatro horas a partir de pequeñas muestras sanguíneas.
Se trata de un dispositivo transparente desarrollado con las mismas técnicas con las que se producen los semiconductores eléctricos, sólo que en lugar de silicio se emplea acrílicos y silicones (similares a los utilizados en la fabricación de lentes de contacto), y en vez de cargas eléctricas lo que pasa por ellos son muestras de suero de sangre del recién nacido.
De acuerdo con García Cordero, al circuito se introducen unas microperlas magnéticas hechas de óxido de fierro. “La idea es que las perlas atrapen a las bacterias, por ello están cubiertas de anticuerpos específicos hacia ciertas proteínas que se expresan en la superficie de los microorganismos”, señaló.
Una vez capturadas las bacterias que pudieran estar relacionadas con la sepsis, se procede a revisar su ADN dentro del mismo chip, con técnicas de PCR y de sondas (microarreglos) para identificar aquella que causan la enfermedad, y de esa manera se puedan prescribir un tratamiento específico hacia el microorganismo responsable.
Hasta ahora, el diagnóstico de la sepsis neonatal se realiza con técnicas de hemocultivo que no identifica con precisión el tipo de bacteria que causa la enfermedad, por lo que los médicos deciden atenderla con un coctel de antibióticos.
Además, este método tarda de tres a cinco días en arrojar los resultados, a diferencia del dispositivo que se desarrolla en el Cinvestav Unidad Monterrey, que en tan solo cuatro horas determinaría al patógeno causante de la infección.
García Cordero explicó que otra ventaja que presenta el microchip que desarrollan en el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Microfluídica Aplicada es que requiere entre 10 a 100 microlitros de muestra de sangre, equivalente a 10 gotas, por lo que resulta conveniente debido a que a los recién nacidos no pueden extraerles demasiado fluido.
Según el experto del Cinvestav, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel I, la intención de este proyecto es desarrollar en un lapso de dos años un kit de diagnóstico de sepsis que pueda ser utilizado por personal de clínicas rurales y de primer nivel, que son los lugares donde más se atienden los partos.
Por ello, trabajan en simplificar el sistema para que las enfermeras sólo se encarguen de cargar los microchips de diagnóstico con las perlas magnéticas y la muestra de sangre, y el resto del dispositivo opere de forma autónoma a fin de detectar el tipo de bacterias que originan la sepsis neonatal.
Cabe destacar que en este proyecto, el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Microfluídrica Aplicada trabaja en colaboración con Vianney Ortiz Navarrete, experto del Departamento de Biomedicina Molecular del Cinvestav, y con personal del Instituto Nacional de Perinatología, de la Secretaría de Salud.