En México, 30 por ciento de la población adulta padecen o ha padecido insomnio y sólo uno de cada tres lo comenta con su médico, situación que provoca un significativo deterioro en la vida social, laboral, educativa, académica, sexual o del comportamiento de quienes lo padecen, aseguró en conferencia de prensa, José Luis Carrillo Alduenda, especialista en trastornos respiratorios del sueño.
Este padecimiento disminuye el deseo sexual de las personas ya que el estado de ánimo cambia considerablemente por la afección. En el país, 25 por ciento de los hombres mayores de 40 años padecen insomnio y cerca de 40 por ciento de las mujeres mayores de 40 años manifestaron en algún momento este padecimiento, a pesar de ello, solo cinco por ciento buscó un tratamiento, refirió Carrillo.
En el marco del Día Mundial del Sueño, celebrado el pasado 13 de marzo, el especialista explicó que el insomnio es una insatisfacción por la cantidad o la calidad del sueño de forma recurrente, es decir, se presenta al menos tres noches a la semana y se produce a pesar de tener las condiciones adecuadas para dormir. Puntualizó que la dificultad para iniciar el sueño, mantenerse dormido o un despertar antes de lo deseado, no es normal debido a que impide que las personas tengan un descanso que les permita reponerse de las actividades cotidianas.
Agregó que este padecimiento se presenta por cambios en el estado de ánimo como depresión o ansiedad por lo que es frecuente que quienes han tenido un padecimiento siquiátrico manifiesten esta enfermedad. De igual forma el asma, la enfermedad pulmonar crónico obstructiva y aquellas causantes de dolor crónico como fibromialgia, cáncer o artritis son causantes del desarrollo de insomnio.
El especialista aseguró que este padecimiento no se debe tomar a la ligera ya que las enfermedades neurológicas como las demencias (Alzheimer y Parkinson) están asociadas con el insomnio, así como alteraciones metabólicas como obesidad, diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares.
Carrillo aseguró que el insomnio puede provocar hipertensión arterial sistémica, infartos cerebrales y embolias, así como también enfermedades cardiacas, problemas respiratorios urinarios y gastrointestinales. Agregó que quienes tienen esta patología manifiestan graves problemas de atención, concentración, falta de memoria así como no son partícipes en la toma de decisiones, afecciones que sin duda, señaló, disminuyen la calidad de vida de la persona.
Aseguró que estas alteraciones del sueño son un factor de riesgo para caídas y fracturas de cadera (especialmente en adultos mayores), además incrementa la sensibilidad del dolor y es causante de accidentes vehiculares.
Carrillo aseguró que esta discapacidad funcional interfiere con la habilidad de realizar tareas que requieran toda la función cognitiva intelectual, además disminuye la capacidad sicomotora (destreza para moverse) y afecta el estado de alerta durante el día, lo que provoca ausentismo y disminución en el desempeño de laboral.
Explicó que de acuerdo con un reporte de personas que dormían menos de siete horas se pudo detectar que los paciente desarrollan complicaciones para concentrarse, recordar o tener un pasatiempo, así como manejar, tomar un transporte público o hacerse cargo de dinero ya que no son capaces de realizar esas tareas en su totalidad, por ello es quienes tienen insomnio pierden 72 por ciento más días laborales que aquellas personas que duermen bien.
Por su parte, Margarita Reyes, especialista en medicina del dormir comentó que es importante un diagnóstico correcto ya que el insomnio, en la mayoría de los casos, está asociado a alguna otra enfermedad, por ello es necesario buscar la causa, tratarla y atender el insomnio con un tratamiento personalizado ya que la edad y el tipo de vida varían considerablemente.
Aseguró que si bien se tiende a minimizar el impacto de este trastorno del sueño es importante prestar atención ya que “los pacientes pueden estar tan desesperados por querer dormir que si no lo consiguen piensan en matarse”.
Reyes explicó que para combatir el insomnio es importante tener una higiene del dormir que consiste en mantener un horario de sueño regular, es decir, irse a dormir a la misma hora todos los días y de igual forma tratar de levantarse en un horario establecido (también los fines de semana). Enfatizó en que la habitación donde se duerme debe ser cómoda, higiénica, silenciosa y fresca, además es importante utilizar ropa apropiada para dormir.
La especialista dijo que es necesaria una rutina previa al dormir como el cepillado de dientes, cambiarse de ropa o leer para que el cerebro envíe la señal de que se acerca la hora de conciliar el sueño. Recomendó que deben permanecer fuera de la habitación elementos estimulantes tales como la televisión, computadora o celulares ya que nuestro cerebro lo asocia con estar despierto y cuando se quiere dormir el cerebro está alerta.
Añadió que las y los pacientes con insomnio deben evitar hacer siestas, mantener una alimentación balanceada y hacer ejercicio aeróbico, matutino o tres horas antes de dormir ya que mejora la calidad del sueño y disminuye el tiempo de alerta en el sueño. También se deben eliminar el consumo de alcohol ya que si bien se considera que es un sedante, proporciona una mala calidad del sueño al igual que el consumo de nicotina y cafeína (incluyendo refrescos de cola), sustancia que agravan el problema.
Los expertos explicaron que existe una gran variedad de fármacos para tratar el insomnio, sin embargo, exhortaron a las personas a no automedicarse ya que se debe tomar en cuenta factores como disponibilidad de tratamiento y contraindicaciones así como las interacciones con otros fármacos (pacientes que ya toman otros medicamentos) y los efectos secundarios que puedan presentar.