Han pasado más de 20 años desde que la banda británica The Rolling Stones ofreció su primer concierto en la Ciudad de México, en el que se convirtió en uno de los momentos más emotivos de la historia de la música, pues varias generaciones se dieron cita en el aquel entonces nuevo foro de conciertos, Autódromo Hermanos Rodríguez, que posteriormente se convirtió en el Foro Sol.
Los músicos deleitaron a su público en cuatro fechas: 14, 16, 18 y 20 de enero de 1995, como parte de la gira de su disco Vodoo Lounge en lo que fue un espectáculo casi teatral, con títeres colosales que se inflaban y se movían al ritmo de las canciones de las Piedras Rodantes, y que se convirtieron en un pretexto para demostrar los alardes tecnológicos, ante la euforia de los presentes.
La velada comenzó con el cover de la banda texana The Crickets, “Not fade away” y luego la larga lista de éxitos como “Tumbling dice”, “You got me rocking”, “Rock and a hard place”, “Rock off” y su emblemática “(I Can’t Get No) Satisfaction”. También dieron vida a “Beast of burden”, la dolorosa “Angie” y “You can’t always get what you want”.
El setilist, que fue el mismo para las cuatro presentaciones, incluyeron también el cover a The Temptations de “Just my imagination (Running away with me)”, “Love is strong”, “I go wild”, “Miss you”, “Honky tonk women” y uno de sus himnos, con “Sympaty for the devil”. En la voz también apareció el guitarrista Keith Richards para cantar “The worst” y “Happy”. Luego llegaron “Gimme shelter”, “Street fighting man”, “Start me up” y el cierre con temas como “It’s only rock n’ roll(But I like it)” y “Brown sugar”, el encore corrió a cargo de “Jumping Jack flash”.
La banda integrada por Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Woods, también conocidos como Las Satánicas Majestades, abarrotaron cada una de sus fechas, pero también aprovecharon su visita para grabar el video musical de su tema “I go wild” como recordó el fotógrafo Fernando Aceves para la revista Chilango, en julio del 2013.
Según la entrevista al artista visual la grabación se dio en el ex templo de San Lázaro, que se ubica a dos cuadras del Palacio Legislativo en el Centro de la ciudad de México y que data de 1572, al cual fue invitado en suplencia de un fotógrafo brasileño que no acudió a la cita y que era quien los acompañaría en la gira.
“Describir a alguien como Mick Jagger es muy complejo. Él, como figura pública de tan alto rango, es difícil de conocer de una manera abierta. Fue una sesión fuera de lo común, sin gente externa, periodistas o fotógrafos (…) Es más como un hombre de negocios, una persona centrada, tiene la imagen de un empresario o de una industria. Lo veía más como un personaje de la realeza, hablaba poco, arrogante, sí, pero poseedor de una arrogancia justificada por ser quien es”, recordó Aceves en la publicación.
El fotógrafo recordó que un día después de la grabación, los músicos ofrecieron una conferencia de prensa para algunos periodistas y medios de renombre en la que después de 15 minutos, Jagger decidió cortar de tajo la sesión de preguntas y retirarse.
Otros como el periodista Chava Rock han recordado que aquel primer concierto en México también tuvo impacto fuera del escenario pues para el portal Yahoo.com, en su columna, recordó que aquella presentación estuvo a punto de hundir a la empresa Ocesa, que en ese entonces comenzaba como una apuesta para organizar eventos de talla internacional, de los cuales el primero de ellos fue INXS, cuatro años antes de la llegada de The Rolling Stones.
El acontecimiento ocurrió porque el contrato de los músicos británicos estaba dado en una cierta cantidad de dólares, pero a finales de 1994 en México se dio una de las crisis económicas más importantes del país, conocida como el error de diciembre, por lo que a la hora de pagarles cada billete verde valía tres veces más. Según recuerda el periodista fue el poder presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el que posibilitó la llegada de los músicos.
Después de su primera visita, los Rolling regresaron tres años después en el mes de febrero para promover su disco Bridges to Babylon, en esa ocasión con un Jagger que no tuvo encuentro alguno con ningún medio de comunicación.
Con un escenario inspirado en las iglesias barrocas mexicanas, en el fondo del escenario se veía una pantalla circular gigante, arrancaron con “(I Can’t Get No) Satisfaction”, para después tocar 20 temas más, entre ellos “Gimme Shelter”, “Anybody Seen My Baby”, “She’s A Rainbow” y el espectacular cierre de “Brown Sugar”.
En febrero del 2006, las Piedras Rodantes se presentaron por última vez en México como parte de la gira promocional de A bigger bang. Hospedados en el Hotel Four Seasons tan sólo estuvieron un par de horas en el bar del hotel, sin dar autógrafos ni aceptar fotos, además de no ofrecer conferencia de nueva cuenta.
Nuevamente en el Foro Sol como escenario los músicos deleitaron a los mexicanos con 19 canciones el 26 de febrero. En esa ocasión Jagger intentó acercarse al público con mensajes en español pero no fue sino con temas como “It’s Only Rock ‘n’ Roll (But I Like It)” o “Get Off of My Cloud”, que llevó los ánimos a lo más alto. “You Can’t Always Get What You Want”, tocada en el encore fue de lo mejor de la noche. Días después también se presentaron en el Estadio Universitario, de Monterrey.
Después de una década de su última visita a nuestro país, Mick Jagger (72 años), Keith Richards (72), Ron Wood (68) y Charlie Watts (74) arribaron a la ciudad de México desde el viernes para continuar con su gira de conciertos Olé Tour, la cual tiene contemplada dos fechas en la Ciudad de México el 14 y 17 de marzo en el Foro Sol, en lo que significa su cuarta visita de la legendaria banda inglesa a nuestro país.