GUATEMALA.- "La Casa de la Memoria Kaji Tulam (para no olvidar en idioma Quiché )" es un museo sobre la historia no contada de Guatemala inaugurado el jueves por una organización no gubernamental que presta asesoría a víctimas de la guerra (1960-1996).
"De vez en cuando camino al revés, es mi modo de recordar. Si caminara sólo hacia delante, te podría contar cómo es el olvido" ( extracto del poema "Recuerdos" del escritor guatemalteco Humberto Ak*Abal) es la frase simbólica que da la bienvenida al museo abierto por el no gubernamental Centro de Acción Legal en Derechos Humanos.
La Casa de la Memoria consta de varios espacios en los cuales se expone la historia guatemalteca desde la conquista española, sus efectos en la población indígena, los excesos del conflicto armado, las víctimas hasta la situación actual que vive el país.
El director del Centro, Francisco Soto, dijo en visita guiada a la prensa que el objetivo es "generar un espacio donde la población, sobre todo los jóvenes, puedan conocer un poco de la historia. No solo de la historia oficial, sino también de la resistencia, las luchas de quienes han luchado porque este país sea diferente.
Agregó que es un aporte institucional ante la negativa del Estado guatemalteco de cumplir con sentencias nacionales e internacionales sobre la construcción de museos que dignifiquen la memoria de las víctimas de la guerra.
El museo comienza con la explicación de la conquista de España a Guatemala, en el año 1,500, cómo esto afectó a las poblaciones especialmente a los indígenas, también habla sobre los aportes y legados de la población indígena a la historia del país. Aquí se llama a reflexionar a los jóvenes para que conozcan y discutan "una realidad distinta a la de los libros" aseguró la directora de Comunicaciones Fabiola García.
Uno de los espacios más significativos del museo tiene que ver con el período de los 36 años de guerra en Guatemala de 1960 a 1996, es el único cuarto oscuro en el cual en penumbras se puede observar una casa de una comunidad que ha sido devastada por la guerra, es una especie de representación de una época en la que miles de guatemaltecos fueron torturados, desaparecidos y asesinados. En una habitación continua aparecen los nombres de 2.119 personas desaparecidas, un 4,4 por ciento de 14.446 registrados.
Al finalizar el museo hay varios espacios que reflejan la resistencia de diversas luchas. Al final varios espacios de reflexión en los que los visitantes podrán aportar con ideas sobre cómo mejorar al país.
La casa abrirá de lunes a viernes con visitas guidas hechas por jóvenes. "La idea es recordar y que no olvidar y animarse a contribuir con un país más justo y en la construcción de la paz" dijo García.
Este es el tercer museo que se abre en el país que trata esa historia de Guatemala de la que poco se habla.
Los otros dos museos, uno muy pequeño sobre los desaparecidos y otro más en Rabinal Quiché, a unos 200 kilómetros al oeste del país, son muy sencillos y sin recursos financieros.