La ex directora del desaparecido servicio de inteligencia colombiano Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), María Pilar Hurtado, y Bernardo Moreno, ex secretario de gobierno durante la administración del ex presidente Álvaro Uribe, podrían pasar entre 12 y 20 años en prisión, luego de que ayer la Corte Suprema de Justicia los encontró culpables de espiar de manera ilegal a magistrados, periodistas y políticos de oposición, con el propósito de almacenar datos para luego desprestigiarles, reportó la prensa local.
La Corte consideró que existen suficientes elementos de prueba para condenar a la ex funcionaria que dirigió el DAS entre 2007 y 2008.
“María del Pilar Hurtado y otros funcionarios del gobierno de la época iniciaron una acción criminal”, señaló el fiscal general de Colombia, Luis Eduardo Montealegre.
ARGUMENTOS. Para los magistrados, Hurtado ordenó la obtención de información privilegiada de personalidades, entre las que se incluye a los senadores Gustavo Petro y Piedad Córdoba.
Hurtado también ordenó colocar grabadoras para registrar la actividad de jueces supremos y la obtención de documentos relacionados a una investigación contra un primo del ex presidente Uribe.
Junto con Hurtado fue condenado Bernardo Moreno, que de acuerdo con el ponente del fallo, Fernando Castro, es responsable de abuso de función pública porque se “arrogó responsabilidades que no tenía”, al solicitar información sobre los magistrados del mismo tribunal que hoy lo condena.
DELITOS. Castro leyó ayer, en audiencia, los delitos por los cuales se condena a ambos ex funcionarios: concierto para delinquir, violación ilícita de comunicaciones, abuso de función pública y abuso de autoridad. Posteriormente dictó detención preventiva para Hurtado, y dejó a Moreno en libertad, mientras ambos esperan por la pena que deberán cumplir.
La ex directora del DAS, quien permanecía asilada en Panamá desde el 2010, se entregó a autoridades en enero de este año luego de que la Interpol emitiera una circular roja ordenando su captura.
El DAS funcionó como el principal servicio de inteligencia colombiano entre 1960 y 2011, cuando el actual presidente Juan Manuel Santos decretó su cierre.