La magnitud de la tragedia en la zona portuaria de la ciudad de Tianjin, en el norte de China, se develó hoy con nuevas cifras de víctimas que dan cuenta de al menos 50 muertos y más de 700 heridos, así como de la desaparición de 36 bomberos.
Casi 24 horas después de las explosiones registradas en el área de contenedores del muelle de Binhai, los equipos de rescate continúan la búsqueda de posibles víctimas y grupos de expertos recorren la zona del desastre intentando evaluar el monto de los severos daños.
Según el más reciente balance de víctimas, ofrecido la noche de este jueves, por lo menos 50 personas perdieron la vida, incluidos 17 bomberos, y otras 701 resultaron lesionadas, la mayoría por quemaduras y/o fracturas de huesos.
Fuentes médicas señalaron que decenas de heridos se encuentran graves pero que 71 son reportadas en estado crítico.
Para el cuerpo de bomberos, la catástrofe en Tianjin constituye ya una de sus peores experiencias ya que sufrió una de las mayores bajas en sus filas durante un acto de servicio en décadas, reportando la muerte de 17 de sus miembros y la desaparición de otros 36.
Los detalles del siniestro han ido emergiendo poco a poco y para esta noche se sabe que primero se originó un incendio -cuya causa aún se desconoce- en un almacén del puerto, al cual arribaron los bomberos alrededor de las 23:06 horas locales del miércoles (15:06 GMT).
El jefe del departamento de Bomberos de Tianjin, Zhou Tian, informó este jueves que acudieron al muelle tras recibir el reporte del incendio, pero que éste comenzó a propagarse hacia otros contenedores, por lo que se envió personal adicional unos 10 minutos después.
Alrededor de las 23:30 horas locales (15:30 GMT) se produjo la primera explosión y segundos después una segunda que fue la más fuerte debido al estallido de un contenedor con material químico inflamable, a la cual siguieron otras detonaciones menores.
Las poderosas explosiones, incluso registradas como actividad sísmica por el centro nacional de sismología, causaron severos daños en edificios, bodegas y otras construcciones en una amplia área de tres kilómetros a la redonda, y destruyeron decenas de automóviles.
Binhai es una zona industrial que alberga a numerosas compañías, rodeada de dos comunidades residenciales, por lo que la mayoría de las víctimas son trabajadores migrantes que viven en esa área.
El presidente chino Xi Jinping ordenó todos los esfuerzos posibles para salvar a la gente lesionada y advirtió que “los responsables serán sancionados seriamente”, de acuerdo con despachos de la agencia local de noticias Xinhua.
Prometió una investigación exhaustiva sobre el accidente y garantizó la divulgación abierta y transparente al público de toda la información al respecto.
La bodega donde se originó el incendio pertenece a una empresa con licencia para almacenar, distribuir e importar productos químicos peligrosos, y aunque no se ha determinado la causa, la policía detuvo ya a ejecutivos de la compañía.
Más de mil bomberos seguían esta tarde combatiendo las llamas, rociando polvo seco y espuma desde la distancia, aunque se espera la asistencia de un equipo de más de 200 especialistas militares en manejo de materiales bioquímicos, que llegará en breve.
Los rescatistas detectaron altos niveles de sustancias contaminantes a unos 500 metros de distancia del sitio donde se produjo la explosión, sin embargo responsables precisaron esta noche que la calidad del aire es normal después de la explosión que despidió humo tóxico.