Austria suspendió hoy el servicio de trenes hacia y desde Hungría debido a la “sobrecarga masiva” de refugiados, pues en las últimas horas más de tres mil 700 inmigrantes entraron a territorio austriaco desde el húngaro.

“La ÖBB (los ferrocarriles austríacos) debe interrumpir transitoriamente el tráfico de trenes hacia Hungría debido a la masiva sobrecarga de trenes procedentes de Hungría", informó la empresa en un comunicado.

Además, llamó a los voluntarios y a las compañías de autobuses a “que dejen de llevar a nuevos viajeros a las estaciones ferroviarias de su red” porque Austria no puede gestionar con garantías el creciente flujo de inmigrantes que entran en su territorio.

Esta interrupción no sólo afecta a los trenes hacia Hungría sino también a varias conexiones regionales hacia zonas fronterizas con ese país.

Los más de tres mil 700 refugiados que entraron en las últimas 12 horas a Austria procedentes de Hungría, sumados a los que ya esperan en las estaciones de Viena “desbordan tanto la capacidad de albergarlos como de embarcarlos en trenes hacia Alemania”, dijo la ÖBB.

“La llegada masiva de personas en combinación con el elevado número que espera en las estaciones para continuar su viaje sobrepasa la capacidad de trenes disponible ya desde primeras horas de la mañana”, explicó la empresa.

Más de tres mil 700 inmigrantes llegaron entre la noche del miércoles y la mañana de este jueves a Austria desde Hungría, lo que representa uno de los mayores incrementos del flujo de inmigración diario registrado en los últimos días, según la policía.

La nueva oleada de entradas puso al límite la capacidad de los servicios de emergencia prestados por la Cruz Roja, el Ejército austríaco y voluntarios, informó la agencia austriaca de prensa APA.

Asimismo, las autoridades húngaras interceptaron el miércoles a tres mil 321 refugiados que entraron en el país de forma ilegal, lo que significa un nuevo récord.

Se espera que en los próximos días sigan llegando más refugiados ya que muchos tratarán de pasar a Austria antes del próximo 15 de septiembre, cuando entrará en vigor la nueva ley húngara que prevé penas de hasta tres años de cárcel para quien entre al país ilegalmente.

El nuevo ministro de Defensa de Hungría, István Simicskó, anunció este jueves que reforzará la vigilancia de la frontera con hasta cuatro mil militares para frenar la llegada de inmigrantes. “Enviaremos tres mil o cuatro mil soldados a la frontera, incluyendo reservistas”, adelantó.

Hungría, a donde han llegado este año unas 170 mil refugiados procedentes de zonas en conflicto en Medio Oriente, ha levantado una alambrada a lo largo de 175 kilómetros de frontera con Serbia y está construyendo una segunda barrera más alta y robusta.