Un saldo de 34 muertos y 230 heridos dejaron ayer las explosiones de tres bombas, dos de ellas en el aeropuerto Zaventem a las 07:45 horas locales, y una en la estación del Metro de Maelbeek de Bruselas, a las 09:10 horas, ataques que se atribuyó en un comunicado el yihadista Estado Islámico, cuyos extremistas portaban artefactos explosivos en cinturones y maletas que portaban, informaron las autoridades.

De acuerdo con reportes de la policía, el primer ataque artefacto cobró la vida de 20 personas en el Metro y las otras 14 perecieron en la terminal aérea, donde se encontró una bomba que no estalló. Destacó la emisora pública belga VRT.

Los atentados ocurren cuatro días después del arresto de Salah Abdeslam, el cerebro de los ataques de noviembre de 2015 en París.

Las primeras explosiones se registraron en torno a las 07.45 horas locales en la terminal de salidas del aeropuerto de la ciudad. Al menos 14 personas murieron, según la ministra de Sanidad belga Maggie De Block, y 92 resultado heridas en este sitio, donde fuerzas de seguridad encontraron un cinturón bomba que no estalló y un arma AK-47 junto al cuerpo sin vida de uno de los dos terroristas que cometieron los atentados.

El gobernador provincial de Bruselas, Lodewijk De Witte, informó también del hallazgo de una “tercera bomba” que no explotó durante el ataque, por lo que ya buscan a un extremista que se encuentra en calidad de prófugo. En tanto, un equipo de oficiales especialistas en explosivos procedió a la detonación controlada de este artefacto.

TAXIS. De acuerdo con las autoridades, que apoyan sus argumentos en relatos de sobrevivientes, la bomba que explotó en el Metro detonó alrededor de las 09:10 horas locales, lo que afectó el tránsito de los trenes que circulaba en dirección d’Arts-Loi.

La empresa de transportes belga STIB confirmó que 20 personas perdieron la vida en Maelbeek, otras 17 se encuentran en estado crítico y 89 heridos de diversa consideración.

Después de la explosión, decenas de personas a bordo de los trenes fueron desalojadas a través de las vías entre las estaciones del Metro Arts-Lois y Maelbeek.

Información que destacó ayer el periódico local La Dernière Heure, señala, según declaraciones del alcalde de Zaventem, Francis Vermeiren, que los terroristas llegaron al aeropuerto en taxis y ya en su interior transportaron en carritos de equipaje los artefactos explosivos que llevaban en maletas.

Las imágenes que ofrecieron desde primera hora los medios belgas mostraban una gran columna de humo saliendo del edificio afectado en el aeropuerto. Las dos explosiones en este punto se produjeron casi a la vez y fueron precedidas por disparos de procedencia incierta y por gritos en árabe, de acuerdo con la versión de varios pasajeros.

AUTORÍA. Por otra parte, el yihadista Estado Islámico reivindicó los atentados a través de un comunicado difundido por Al Amaq, la agencia de noticias vinculada con el grupo terrorista: “Combatientes del Estado Islámico llevaron a cabo una serie de atentados con cinturones de explosivos y otros artefactos golpeando un aeropuerto y una céntrica estación del Metro en la capital de Bélgica, Bruselas”.

En tanto, la ola terrorista obligó a que se activaran las alertas de seguridad en toda Europa y se paralizaran algunos medios de transportes transfronterizos con Francia.

Al igual que ocurrió con las indagatorias ligadas a los atentados de París, la fiscalía belga lanzó una alerta a los medios de comunicación para que no divulguen detalles del caso para no alertar a los sospechosos que se encuentran prófugos.