Veinticuatro horas después de los atentados terroristas perpetrados en el aeropuerto de Zaventem y en la estación del Metro de Maalbeek, en Bruselas, Bélgica, que dejaron 31 muertos y 300 heridos, ayer el fiscal federal, Frédéric Van Leeuw, informó que dos de los tres extremistas que perecieron al hacer estallar las bombas que portaban fueron identificados como los hermanos Khalid e Ibrahim El Bakraoui, fichados por la policía por vandalismo, pero no por terrorismo, además de estar vinculados con los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París.
El fiscal destacó a periodistas que Ibrahim se inmoló en la terminal aérea junto con otro extremista identificado como Najim Laachraoui, belga de origen marroquí y señalado como el individuo que participó y elaboró las bombas que detonaron en París y del que se encontró su ADN en el material explosivo utilizado en la capital francesa. En tanto, Khalid, fue uno de los atacantes que se inmoló en el Metro.