El gobierno de Grecia reinició hoy las negociaciones con sus acreedores para un nuevo rescate financiero, en medio de la tensión generada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la filtración de Wikileaks.

Representantes del gobierno del primer ministro griego ministro griego, Alexis Tsipras, del FMI, el Banco Central Europeo (BCE), el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y la Comisión Europea (CE) comenzaron esta tarde a renegociar las condiciones del nuevo acuerdo de rescate.

Los negociadores buscan superar sus diferencias tras las demandas de los acreedores de que Grecia alcance un súperavit del 3.5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, con la aplicación de recortes e impuestos por un valor de cinco mil 500 millones de euros.

El FMI pide medidas de ahorro de entre siete mil 500 millones y nueve mil millones de euros, para lograr el objetivo, aunque las autoridades griegas consideran que la medida es muy ambiciosa y difícil de alcanzar dada su dañada economía.

Las negociaciones se llevan acabo en medio de la tensión desatada entre el gobierno griego y el FMI por el documento filtrado por el portal de Wikileaks en días pasados sobre supuestas amenazas del organismo internacional contra Grecia.

Wikileaks divulgó el sábado la transcripción de una grabación, en la que la misión del FMI consideraba recurrir a medidas de presión para forzar a Grecia a aceptar duras condiciones a cambio del crédito, por lo que Tsipras pidió una explicación al Fondo.

En respuesta a las exigencias griegas, la directora general del FMI, Christine Lagarde, envió la víspera una carta al jefe de gobierno griego en la que rechazó las acusaciones, que calificó como “una tontería”, y mostró su preocupación por que este "incidente" influya en la negociación.

"El FMI lleva a cabo sus negociaciones de buena fe, no por medio de amenazas, y que no se comunican a través de filtraciones", afirmó Lagarde en su misiva enviada al Tsipras, según reporte de la agencia oficial de noticias ANA-MPA

La directora del FMI Lagarde destacó que el "incidente" le provoca ciertas preocupación acerca de los progresos que se pudieran lograr en la reanudación de las conversaciones de este lunes en Atenas, sin embargo afirmó que no cambiará al equipo presente en el diálogo.

Lagarde también advirtió que el último acuerdo de rescate "sigue siendo una buena distancia” y reiteró que el FMI sólo podía apoyar un acuerdo que permita "un crecimiento robusto" para Grecia, que le permita además hacer frente a sus pagos de la deuda.

“Los prestamista sólo serán compatibles con un programa que sea creíble y basado en criterios realistas, y que cumpla con su objetivo de llevar a Grecia en una senda de crecimiento sólido mientras se restaura gradualmente la sostenibilidad de su deuda", subrayó.

Refiriéndose a la preocupación del primer ministro griego sobre los documentos recientemente publicados por WikiLeaks, Lagarde indicó que para ella la preocupación es “si podremos avanzar en un clima de extrema sensibilidad a las declaraciones de uno y otro lado”.

Lagarde reiteró su pleno respaldo del equipo del FMI y agregó que para que sea capaz de hacer su trabajo, “es fundamental que las autoridades aseguran un entorno que respete la privacidad de sus discusiones y tomar las medidas necesarias para garantizar su seguridad personal".

Concluyó reafirmando que “el FMI lleva a cabo sus negociaciones de buena fe, no por medio de amenazas, y que no se comunican a través de fugas", e informó que su carta estaba publicada en el sitio web del Fondo "para mejorar aún más la transparencia de nuestro diálogo".