El Gobierno y el Parlamento uruguayo ratificaron ayer su voluntad de legalizar la compraventa y el cultivo de mariguana en el país, pese a la oposición de Brasil, su socio en el Mercosur, manifestada por una delegación oficial que visitó ayer el Legislativo de su vecino del sur.
El diputado Osmar Terra, del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) formación que apoya al gobierno de Dilma Rousseff y cuyo líder es el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, fue recibido por la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores de Uruguay y posteriormente en conferencia de prensa dejó en claro que su presencia en Montevideo es parte de una “misión oficial” del Parlamento brasileño.
“Grave epidemia”. Terra, médico de profesión y ex secretario de Salud del estado de Río Grande do Sul, limítrofe con Uruguay, es el autor de la nueva ley brasileña que endurece las penas en la lucha contra el consumo de drogas que en Brasil es “una grave epidemia”, dijo.
El proyecto fue aprobado en mayo por la Cámara de Diputados brasileña, actualmente está a estudio de los senadores y “tiene el respaldo” de la presidenta Rousseff”, señaló.
“No existe ningún país en el mundo que haya logrado reducir el consumo de drogas a través de su legalización. Todos los que recorrieron ese camino luego tuvieron que volver atrás”, aseguró Terra en conferencia de prensa.
“No queríamos estar de brazos cruzados frente a lo que está ocurriendo en Uruguay [sobre la legalización de la mariguana] y por eso vinimos a conversar”, agregó.
Tras señalar que el propósito de la delegación “no es dictar reglas”, Terra destacó que ambos países “tienen fronteras y destinos comunes y por ello vinimos a mostrar porqué estamos en un camino diferente al que eligió Uruguay”.
“Caminos diferentes”. El vicepresidente de la Comisión de Salud, el también médico y legislador oficialista, Lius Gallo, dijo que la comisión “escuchó con atención” la experiencia brasileña en la lucha contra las drogas, pero recalcó que “está claro que hemos elegido caminos diferentes”
“Uruguay apostará a la legalización, a la educación y a tratar de arrebatar el mercado al narcotráfico, mientras que Brasil prefiere endurecer penas, algo que está probado no funciona”, agregó.
Pese a que se debate en la Comisión de Salud y aún no llegó al pleno de la cámara “ya está tomada la decisión de someter [el proyecto de ley] a votación, sin modificaciones y tal y como vino de la Cámara de Diputados”, entre finales de noviembre y principios de diciembre, agregó Gallo.
Por su parte, el secretario de la Presidencia y presidente de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa, ratificó que la administración del presidente Mujica esta “convencida” del plan elegido.
“Hay un convencimiento del Gobierno para no insistir en una política que hasta ahora no ha dado los resultados esperados”, dijo en referencia al camino de la represión.