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Viernes, 06 Diciembre 2013 17:12

Peña se hunde. AMLO crece

Manuel Bartlett Díaz 

 

Peña Nieto llega a su primer año de gobierno en picada, las encuestas lo

reflejan, el diario Reforma, 1 de diciembre, resume: el apoyo popular de Peña

cierra a la baja; el porcentaje de desaprobación supera al de aprobación; de

julio a la fecha la desaprobación creció de 50% a 66% entre ciudadanos y de 42%

a 60% entre líderes de opinión; 46% de los líderes califican el tema de reforma

energética “mal tratado”; ciudadanos, 47%. The Economist, revista conservadora

de circulación internacional, ávida de petróleo, el 3 de diciembre describe la

caída, destaca las reacciones populares contra sus políticas y aprovechando

concluye que sólo tiene una “oportunidad dorada para redimirse”: impulsar la

reforma desnacionalizadora del petróleo “Hazlo o quiebra, Peña Nieto”, le espeta

en su título. USA Today, diario estadounidense, retoma el tema: “las encuestas

demuestran que el apoyo al presidente ha caído drásticamente, llega a su

aniversario en medio de un creciente pesimismo”; “Peña no jala a la gente ni

logra apoyo popular”, dice un profesor del ITAM, según el periódico. En el sitio

Webpronews.com: En el aniversario de Peña Nieto, desfilaron miles de opositores

a la reforma energética; “sus métodos políticos han sido impopulares”; “una

multitud protesta en contra de la reforma energética, miles desfilan en el

centro de la ciudad”; “la aprobación de Peña Nieto en las encuestas ha caído a

lo más bajo desde que tomó posesión hace un año”, narró BBC News Latin America,

2 de diciembre 2013.

 

Aun en medio del dominio mediático de Peña, en la prensa nacional —no

necesariamente de oposición— comentan, a su manera, la creciente impopularidad

de Peña Nieto. Enrique Krauze, escribiendo en El País, habla de los peligros de

la “casa dividida en México”, narra el rechazo del sector económico y la siempre

presente ideología de la Revolución Mexicana contra la reforma energética que

carece de consenso y coloca a México en una casi total descalificación de

nuestra democracia (Latinobarómetro). ¿Puede una casa dividida contra sí misma

permanecer de pie? “Caerá —dice Krauze— si no se unen todas las voces en un

auténtico diálogo”.

 

En el diario Reforma del 30 de noviembre, su principal editorialista escribe:

“Sobreaviso”, “un año después, la osadía y la determinación mostradas al inicio

del sexenio, se ven tentadas por la desesperación y el desconcierto del

ejercicio de gobierno”; analiza aciertos y errores entre los que destaca la

campaña propagandística para hacer digerible la reforma energética, el ignorar

la corrupción y el proyecto de reforma constitucional, presentados sin los

reglamentos que regularán la apertura, “el gobierno debe serenarse si quiere

cumplir”, “llevar la reforma político-electoral al próximo periodo ordinario de

sesiones (consumada) y retirar la reforma energética hasta sanear Pemex”. Lo que

desde luego no entendió: persiste en su compulsión de imponer, por su compromiso

con EU, la desnacionalización energética, por lo que su desplome será, sin duda,

irremediable.

 

Por otro lado, en esta misma circunstancia nacional, Andrés Manuel López Obrador

crece y, frente a un Peña disminuido, se levanta su figura como un líder social

auténtico, que moviliza, nada más en los últimos días, a miles de ciudadanos y

ciudadanas mexicanas en defensa de una política social, nacionalista, antítesis

de la antipopular de Peña en su acelerado declive. He ahí la profunda diferencia

entre un “liderazgo mediático”, distanciado de la población, actuando en su

burbuja televisiva, e incapaz, como aquí se ha dicho, de lograr apoyo popular.

López Obrador honesto, sencillo, con los medios en su contra, tiene sin duda un

inmenso apoyo popular y de su accidente de salud saldrá fortalecido. Crecerá.

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BANNERS DERECHA