Ciudad de México.- El alcalde de una localidad en uno de los corredores más violentos del narcotráfico en México fue asesinado a tiros, el segundo funcionario del mismo rango que muere baleado en el país en el mismo número de días.
Ambrosio Soto era el alcalde de Pungarabato, un municipio que incluye a Ciudad Altamirano, un conocido refugio de narcotraficantes en el estado sureño de Guerrero.
Roberto Alvarez, vocero en materia de seguridad pública de Guerrero, dijo el domingo que individuos armados obstruyeron con camionetas una carretera cercana a los límites con el estado de Michoacán y abrieron fuego el sábado por la noche contra el vehículo en el que viajaba Soto.
Señaló que dos agentes federales escoltas de Soto resultaron heridos en la agresión.
El alcalde había recibido amenazas y estaba bajo la protección de la policía federal. Un grupo local dedicado al narcotráfico supuestamente amenazó a Soto porque rehusó pagarles protección con recursos del erario local.
Dueños de negocios en Ciudad Altamirano aseguran que, en los últimos años, el cártel narcotraficante conocido como los Caballeros Templarios los ha extorsionado.
El Partido de la Revolución Democrática, al que pertenecía Soto, dijo que éste había adoptado medidas especiales de protección después de que se atreviera a presentar denuncias y se quejara de que los patrullajes de seguridad habían abandonado la zona.
En la última década han sido asesinados 75 alcaldes, agregó el partido.
El sábado, un alcalde y cuatro personas más fueron asesinadas a tiros en el pueblo de San Juan Chamula, en el estado de Chiapas, sur del país.