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Martes, 08 Julio 2014 00:41

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Jaime Flores Martínez

Chino

Aterrado por la incomprensible liberación de un asesino confeso que hace 31 meses intentó estrangularlo, el ingeniero chihuahuense Jesús Bermúdez Madrigal tiene fundadas sospechas que el delincuente sobornó al juez séptimo penal con sede en Tijuana Rodolfo Lira Piedrín.

 

¿Acaso habría otro motivo para liberar a un asesino confeso?

 

Y es que el viernes 20 de junio el juez Lira Piedrín ordenó la liberación de Guillermo Song Chong (conocido como el Chino) porque "tenía ciertas dudas" sobre la acusación por homicidio en grado de tentativa.

 

Al juez Lira le brincó la duda pues los testigos nunca se pusieron de acuerdo con el color de la cinta que el Chino utilizó para amordazar y atar a su víctima. Al juzgador le valió verdura que el acusado hubiera relatado paso a paso la forma en que inmovilizo al ingeniero Bermúdez.

 

15 días después de la liberación de el Chino, el ingeniero Bermúdez está convencido que su victimario lo buscará de nuevo para asesinarlo. Angustiado por la sola posibilidad, Bermúdez responsabiliza al juez Lira Piedrín de lo que pudiera sucederle.

 

¿Acaso el Consejo de la Judicatura se cruzará de brazos ante esta tan descarada irregularidad? ¿Sera que la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado María Esther Rentería pasará por alto este escándalo?

 

A través de la periodista Lourdes Maldonado, Cicuta contactó con el ingeniero agrónomo Jesús Bermúdez Madrigal, quien acudió a la cita visiblemente nervioso. El profesionista presiente que en cualquier momento su victimario podría atacarlo.

 

Recuerda que la noche del 14 de septiembre del año 2011, llegó a su domicilio en la Mesa de Otay extremadamente cansado. Relata que en medio del sueño profundo despertó sobresaltado al sentir que lo asfixiaban con una bolsa de plástico.

 

Se vio atado de pies y manos con cinta adhesiva y trepado sobre su cuerpo observó a Guillermo Song Chong quien hasta ese momento fungía como su empleado en una empresa inmobiliaria. Días atrás Bermúdez descubrió que el Chino se había robado cierta cantidad de dinero perteneciente a uno de sus clientes.

 

Indignado por el comportamiento de su empleado, Bermúdez despidió al Chino aunque obviamente arrancó la furia del descendiente de chinos aunque nacido en Tijuana.

Al descubrir que el Chino intentaba matar al ingeniero Bermúdez, su pareja sentimental y los tres hijos brincaron sobre el delincuente hasta lograr liberar a la víctima. El chino huyó del lugar, aunque Bermúdez asegura que por segundos estuvo muerto.

 

Hace exactamente un año, el Chino fue reaprehendido y canalizado a la Penitenciaría de la Mesa acusado por homicidio en grado tentativa. De acuerdo con el expediente cuya copia está en poder de Cicuta, el Chino ofreció detalles sobre la forma en que inmovilizó a su víctima para asesinarla.

 

Relató la utilización de guantes de látex, un desarmador, una bolsa de plástico y un rollo de cinta adhesiva para atarlo de pies y manos, aunque este detalle sirvió de argumento para que el juez procediera a liberarlo.

 

En su argumentación el juez Lira asegura que nunca se pusieron de acuerdo los testigos sobre el color de la cinta adhesiva utilizada para amarrar los pies y las manos de la víctima. Ante tal estupidez, Bermúdez tiene fundadas sospechas de que los abogados del Chino (como él mismo le llama), pudieron sobornar al juez séptimo para lograr la liberación de su cliente.

 

Como asesino confeso este hombre debía purgar una condena mínima de tres años y máxima de 6, sobre todo porque reconoció su delito.

 

Bermúdez recuerda que el Chino trabajó varios años en los negocios de su propiedad y que tenía acceso libre a su casa y a la utilización de sus automóviles y a sus pertenencias. El Chino mantenía constante comunicación con su pareja sentimental y con sus hijos, de los cuales actualmente se encuentra separado.

 

Aunque hay personas que suponen la complicidad de su pareja con las maniobras del Chino, el ingeniero Bermúdez asegura que eso deberá determinarlo la autoridad.

 

Por lo pronto, este profesionista no pretende recobrar el dinero que le adeuda el Chino, ni tampoco busca represalias. Incluso está dispuesto a otorgar el perdón, aunque los encargados de impartir la justicia deben investigar la sospechosa decisión del juez séptimo.

 

Resulta incomprensible que haya liberado a su victimario porque no quedó claro el color de la cinta adhesiva que usó el agresor. Si tenía duda ¿porque lo liberó?

 

Radio

 

El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.

 

Cicuta.com.mx twitter: @jaimecicuta

 

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