Lo que no quiere reconocer Benedicto Ruiz
Gonzalo Llamas Bañuelos
Estimado “camarada” Benedicto. Es evidente que sostenemos dos concepciones distintas acerca del mundo y lo que debe ser la universidad. Una realista y otra utópica. Nuestras visiones no son nuevas y datan desde la época estudiantil, y es por supuesto un debate inacabado.
Tú aspirabas como muchos de tus “camaradas” de partido (PCM) a instaurar “la dictadura del proletariado” en la universidad, equivocando el espacio de lucha.
Tú planteas, aunque no lo digas –con el “señuelo” de la democracia-, una universidad sumida
en el caos, en la anarquía, sin clases, metido en huelgas, con estudiantes haciendo barricadas, en mítines y en asambleas de “cogobierno”.
Mientras tu servidor pugna por una institución de excelencia, donde haya clases todos los días, donde se amplíe la cobertura sin sacrificar la calidad para dar cabida a muchos jóvenes que no cuentan con los medios para pagar una educación privada. El presente de la universidad no puede
explicarse sin su rico pasado. Y lo que hoy tiene la universidad es una comunidad de aprendizaje continuo y colaborativo; una organización que ha sabido construir capacidades para hacer frente al inexorable proceso de cambio permanente, a la transformación de su entorno, que es una de las aspiraciones de toda organización moderna.
La UABC que hoy enorgullece a los bajacalifornianos, es sin lugar a dudas, una
de las mejores Universidades del país, mas allá del sano debate y la discusión social. No caben dudas, ni siquiera de aquellos que en la oportunidad del momento, como tú “camarada” Benedicto, apuntan su pluma parcial contra ella y todos sus miembros, ostentándose de ser conocedores de su historia y sus instituciones; creyendo que la universidad se limita sólo a ser un espacio político de lucha ideológica de unos pocos.
Hoy vemos con orgullo como en las últimas administraciones, empezando por la del Dr. Mungaray, la universidad creció en 37 mil estudiantes mas, hasta lograr un incremento de 160% en la matrícula con el Dr. Felipe Cuamea.
Es también la institución pública que admite un mayor número de estudiantes, incluso por encima de la UNAM y recibe al 70% de quienes desean ingresar a la misma; otorga importantes becas a miles de estudiantes para formarse y realizar intercambio estudiantil, particularmente en el extranjero, donde estudiantes y profesores han sido beneficiados.
Es cierto que en la universidad se hace política, pero política educativa para alcanzar las metas y objetivos para la cual fue creada.
Como podrás ver “camarada” Benedicto, me faltaría espacio para esgrimir todos los argumentos que tú, como cimarrón, nunca has sabido apreciar y menos reconocer.
Quiero decirte que tu servidor no ha cambiado, que siempre he sido consecuente en el decir y en el actuar; en cambio tú “camarada”, sufriste una “metamorfosis” transitando de la
izquierda a la derecha sin ningún rubor ni argumento. Tan has cambiado, que quien te llevó de la “mano” a “trabajar” en la legislatura pasada en la Comisión de Estudios Electorales, es hoy embajador de México en Argentina, mientras que también “hacías lo propio” como “asesor” del Titular de la Contraloría del Estado.
Gracias a ello entendí porque en la escuela de economía te decían “Bendidito”. Pienso que flaco favor le haces a quienes te contratan y con esas credenciales pones en un predicamento a tus futuros empleadores. Desde aquellos tiempos estudiantiles, todos hemos cambiado.
El sello social de nuestra formación economista nos vincula a la construcción de espacios, oportunidades, diálogos y debates. Provenimos de una gran tradición de pensamiento preocupado por hacer que los recursos que genera la sociedad alcancen para más y se utilicen mejor.
Espero que estos argumentos sean suficientes para que algún día tu reflexión sea mas positiva y contribuya al crecimiento de tu alma mater, pero si no lo fueran, estaré pendiente del éxito cinematográfico que siga al de la dictadura perfecta, para saber por donde esperar tu nuevo y creativo argumento en contra de tu querida UABC y de tus compañeros de estudios.