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Miércoles, 04 Diciembre 2013 20:01

Cicuta Destacado

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Jaime Flores Martínez

Bote

Exhibido en una lista de más de 2 mil 500 presuntos delincuentes cuyas órdenes de aprehensión no se habían cumplimentado, el ex alcalde de Tijuana Carlos Walterio Bustamante Anchondo prefirió echarle tierrita al pasado.

 

Con los éxitos económicos alcanzados a su paso por la alcaldía, el empresario metido a político no quiere acordarse de aquella orden de aprehensión girada en su contra por el Juzgado Sexto de lo Penal cuya Averiguación Previa fue la número 432/98.

 

Resulta que en Abril del año 98, el ciudadano Eduardo Acevedo Castañeda denunció por el delito de fraude a Carlos Walterio Bustamante Anchondo, propietario de la empresa Inmuebles y Fraccionamientos de Tijuana SA de CV.

 

Diez años antes, el señor Castañeda le compró en 8 mil dólares un terreno ubicado en el fraccionamiento Las Californias de Tijuana. El ciudadano cumplió cabalmente con el pago de su impuesto predial y el desconcierto lo invadió al comprobar que su terreno había sido revendido.

 

Al tener la oportunidad de vender el mismo predio en el triple de su valor, el consorcio propiedad de Bustamante violentó el contrato firmado con Castañeda. Para cometer tamaña ilegalidad Bustamante debió confabularse con el entonces titular de catastro municipal, el panista Sergio Delgadillo Jaime. Sin su autorización hubiese sido imposible cancelar el contrato de Castañeda.

 

El hombre conoció que la empresa Inmuebles y Fraccionamientos de Tijuana había revendido su terreno en un precio de 24 mil dólares, lo que representó un ingreso de 32 mil dólares a la empresa de Bustamante. Con las pruebas del fraude en las manos, este hombre decidió presentar su denuncia.

 

Durante el primer tercio de la administración del panista Ernesto Ruffo Appel, la autoridad se alarmó al darse cuenta de la excesiva cifra de órdenes de aprehensión sin cumplimentarse. El entonces procurador de Justicia del Estado Juan Francisco Franco Ríos publicó en periódicos una amplísima lista de nombres de ciudadanos con orden de aprehensión.

 

En la cuarta hoja de una sábana periodística (que incluía la identidad de más de 2500 personas) se encontraba en el número 337 el nombre de Carlos Walterio Bustamante Anchondo, quien apenas el sábado dejó de despachar como presidente municipal de Tijuana.

 

Si bien el detalle relatado forma parte del pasado, las tranzas recientemente cometidas por el ex alcalde Bustamante serán profundamente investigadas por la Sindicatura Municipal donde el titular es Arturo Ledezma Romo. Durante su gestión como alcalde, Bustamante descargó toda su furia contra la familia Ledesma Romo. Ahora los Ledesma tienen el sartén por el mango.

 

Y aunque ciudadanos tijuanenses sienten que Carlos Bustamante quedó a deberle a la sociedad, algunos de sus detractores lo ubican como “el peor alcalde que ha tenido la ciudad de Tijuana”.

 

Además de la evidente corrupción detrás de la adquisición de 73 mil luminarias para la mancha urbana; también se investigará el cacareado refinanciamiento de la deuda; la espectacular remodelación de una propiedad conocida anteriormente como el Hotel Conquistador; la adquisición de propiedades en el área de San Diego California; el contrato otorgado a una empresa propiedad de su compadre para la repavimentación de la Avenida Internacional, además de las inmerecidas bases sindicales.

 

Hay quien dice que la intención de los enemigos de Bustamante será meterlo a la cárcel, aunque los antecedentes de este hombre comprueban que los votantes cometieron un error al elegirlo presidente municipal de Tijuana en el periodo 2010-2013.

 

¿Relevo?

 

Justificadamente preocupado está el diputado local perredista Roberto Dávalos Flores porque sus detractores realizan maniobras para relevarlo por el también perredista Jorge Fonseca en su curul en el Congreso de Baja California.

 

Y es que Dávalos Flores dejo atrás su labor legislativa para enarbolar la inconformidad perredista con el gobernador panista Francisco Vega de Lamadrid. Si bien este último incumplió con el compromiso que hizo con el PRD en campaña, también es cierto que Dávalos protagoniza una sobre-reacción con sabor a venganza pasional.

 

Los propios perredistas estiman que Dávalos no debió precipitarse al levantar la voz en la reciente Convención Nacional del PRD. El diputado debe ser cauteloso y mostrar mayor inteligencia en la parte inicial de la actual legislatura.

 

Primero debería demostrar su peso específico en la estructura parlamentaria y después mostrar la inconformidad por los incumplimientos del ejecutivo. Dávalos debe medir los tiempos, de tal forma que sus esfuerzos apuntalen los esfuerzos de su grupo encaminados a los tiempos electorales. Este, por supuesto, no es el caso.

 

Revire

 

Otra sobre-reacción fue la del saliente delegado de Playas de Tijuana Basilio Meza Gastélum exhibido por dedicar la mayor parte de su tiempo a contar chistes en Facebook. Don Basilio aclara que no es homofóbico, tampoco misógino y presume de su buen ánimo al compartir chistes a sus contactos. Estima que Cicuta escarba en su página para fundar sus señalamientos. Este hombre debe saber que hay quienes si trabajan. Además  los habitantes de la delegación Playas de Tijuana están molestos porque don Basilio cobro sin trabajar. Don Basilio, so es el fondo.

 

Cicuta.com.mx twitter:@cicutajaime

 

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