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Miércoles, 02 Abril 2014 16:58

Cicuta Destacado

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Jaime Flores Martínez


Errores

Indignado porque las autoridades bajacalifornianas lo dieron por muerto, el ciudadano Carlos Montaño Espiricueta puso al descubierto algunas de las cochinadas que se practican en la Procuraduría de Justicia de Baja California (PGJE). Será por incapacidad, por comodidad o por ausencia de liderazgo, pero en esa dependencia se cometen errores garrafales.

Resulta que el pasado viernes, el sinaloense Montaño Espiricueta (apodado el Flash)) acusó a la PGJE de obligar a su hermano a venir de su tierra para reconocerlo muerto. A principios de la semana pasada la autoridad estatal notificó a familiares de Montaño su fallecimiento y la necesidad de contar con un familiar que reconociera el cadáver.

Un hermano de Montaño viajó a Tijuana para presentarse en las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO). El cadáver del Flash lucía un rostro limpio, situación que hacía relativamente fácil identificarlo.

Al observar el cadáver, el recién llegado externó sus dudas sobre los rasgos de su hermano, lo que provocó la irritación de un personaje que hasta hoy no ha sido identificado. La recomendación y/o exigencia al visitante era firmar la documentación necesaria para proceder al traslado del cuerpo al Estado de Sinaloa. De otra forma sería enviado a la fosa común donde los cuerpos terminan amontonados.

Evidentemente lastimado, este hombre se preparaba para regresar a su tierra natal, aunque en ese momento se llevó la sorpresa de su vida. Allí, frente a él, se encontraba su hermano Carlos, el mismo que habían dado por muerto.

Sin reponerse aún del impacto emocional le platicó a Carlos algunos detalles sobre el tema, entre ellos que la persona muerta también le llamaban el Flash.

Pero los yerros en la dependencia encargada de impartir justicia no acaban allí. A mediados de diciembre la Procuraduría Estatal envió a Ciudad Juárez Chihuahua el cadáver de una mujer calcinada, quien supuestamente era Ana Luisa Hernández Hinojosa.

El cuerpo fue recibido por sus familiares en aquella ciudad, donde le dieron cristiana sepultura, aunque días después del envío, Ana Luisa Hernández estaba presente luego de abandonar un Centro de Rehabilitación para Adictos en Mexicali, obvio que su presencia causó enorme sorpresa entre sus familiares de Ciudad Juárez. Ana Luisa no estaba muerta.

Lo que se advierte como un tema relevante es que un individuo identificado como José Manuel, fue arrestado por el homicidio de Ana Luisa Hernández. Este hombre vivía en concubinato con la supuesta víctima y por ello fue detenido y ahora enfrenta proceso.

Incomprensible resulta que la Procuraduría asegura que José Manuel se había declarado culpable de la muerte de Ana Luisa. ¡Hágame favor!

Lejos de reconocer su gravísimo error, la autoridad estatal señaló que si bien José Manuel no asesinó a Ana Luisa Hernández, hay evidencias suficientes para establecer que si existió un asesinato. En pocas palabras la reaparición de Ana Luisa no modifica el esquema y el hombre seguirá detenido.

Y aunque los temas referidos semejan una película de terror, lo cierto es que la actual procuradora de Justicia de Baja California Perla del Socorro Ibarra ha demostrado su capacidad para la realización de “maldita la cosa”.

La señora Perla del Socorro se ha dedicado en 5 meses a mantener tibia su cómoda silla. Hasta hoy la señora procuradora ni siquiera ha dado la cara. Los asuntos que necesariamente debería abordar los canaliza a funcionarios de mediano nivel. ¿Para qué trabajar si se puede evitar la fatiga? ¿Sera –como dicen—que esta funcionaria tiene la prioridad de atender el puesto que ocupaba antes de ser procuradora?

Si bien el anterior Procurador Rommel Moreno Manjarréz fue severamente criticado por su descarado protagonismo, la actual procuradora ni siquiera es capaz de dar la cara. Rommel se dedicaba a declarar y a ofrecer desabridas conferencias magistrales, aunque la señora Perla no enseña ni recetas de cocina.

Lo mínimo sería que la señora procuradora llamara cuentas al personal encargado de las investigaciones, especialmente aquellos que han cometido los gravísimos errores de entregar cadáveres equivocados. Ella debe instruirlos a seguir los protocolos que marcan la obligación de practicar las pruebas de ADN que —en este caso—comprueban de manera fehaciente la identidad de las víctimas.

Por lo que ha mostrado hasta hoy, la señora procuradora está más interesada en vigilar su dieta, que cumplir cabalmente sus responsabilidades.

Ego

Muy orgullosas están muchas mujeres bajacalifornianas con la versión que ubica a Sonia Carrillo como la persona que toma las decisiones en el Ayuntamiento de Mexicali.

La señora Carrillo es pareja sentimental del alcalde Jaime Díaz Ochoa, un personaje ácidamente cuestionado porque supuestamente deja que su novia tome decisiones que no le corresponden.

Serán simples rumores pero las versiones inflamaron el ego de muchísimas damas. Esa sería una prueba de que ellas no sólo mandan en casa. ¿O tendrán un alcalde mandilón?

Cicuta.com.mx twitter:@jaimecicuta

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