Jaime Flores Martínez

Beto

Satanizado por exprimir con 600 mil dólares a la trasnacional Marathon Oil "para facilitarle su instalación" a inicios de la década pasada, el señor Humberto Inzunza Fonseca se frota las manos en su ruta a presidir el Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana (CDT).

A partir del día 24, don Humberto supone que ya se borró aquella mancha negra y que sin problema presidirá el CDT en el periodo 2014-2016. Si acaso Inzuza le apuesta a la desmemoria, media decena de consejeros se resisten a entregar la presidencia a un personaje que en el año 2003 compareció ante un juez federal en el Estado de Texas para explicar dónde quedaron los 600 mil dólares que la empresa Marathon pago para facilitar la instalación de esa empresa en la zona de el Monumento en Tijuana.

Marathon Oil invirtió muchos millones de dólares en la compra de un amplísimo terreno donde instalaría una planta regasificadora. El vínculo entre Marathon Oil y la autoridad mexicana fue justamente Humberto Inzunza Fonseca en su carácter de secretario de Desarrollo Económico de Tijuana, durante la gestión del panista Jesús González Reyes.

Todos ellos se quedaron con “un palmo de narices” pues el entrante gobernador de Baja California Eugenio Elorduy Walter expropió de un plumazo el polígono donde pretendía instalarse. Resulta que Elorduy maniobró con descaro para favorecer al consorcio Sempra Energy que adquirió un amplio terreno en el kilómetro 80 de la autopista Tijuana-Ensenada.

Ante una medida tan radical, Marathon Oil se quedó como novia de rancho, una situación que lo orilló a recuperar parte de la frustrada inversión. Y aunque el papel de Humberto Inzunza pasó prácticamente desapercibido, la realidad es que su eventual ascenso al CDT refrescó la memoria de algunos consejeros.

El lunes de la semana pasada, los consejeros asistentes (solo ellos) designaron "por unanimidad" a Inzunza. El asunto es que los inconformes no se presentaron al evento, aunque todo indica que se le acercarán para sugerirle su dimisión voluntaria. Ellos estiman que ese organismo podría devaluarse al tener al frente a un personaje que tiene cuestionable reputación. Y la pregunta obligada sería: ¿Entre quien fue el reparto de esos 600 mil dólares? ¿Quién se los cogió?

Chava

Además de la obligada licencia que solicitó el lunes el secretario general de gobierno de Baja California Guillermo Trejo Dozal, también generó desconcierto la destitución de los asesores Raúl Leggs Vázquez y Salvador Morales Muñoz.

Miembros del gabinete no se explican el cese de Leggs, quien ocupaba un lugar especial en los afectos del extinto secretario de Gobernación Francisco Blake Mora. Si acaso sobreviviera, seguramente sería el gobernador y Leggs sería el secretario general de gobierno. ¿Por qué lo correría Kiko?

Más desconcertante resulta la remoción de don Salvador Morales Muñoz, un añejo panista disciplinado a las decisiones blanquiazules. Lo realmente destacable es que su hijo Salvador Morales Riubí es nada menos que el secretario particular del gobernador. ¿Es lógico despedir al progenitor del secretario particular? ¿Para qué destituirlo si sólo desempeñaba el cargo de asesor?

Cuchicheadores estiman que el gobernador sabe que Morales Riubí se ha dedicado a ponerle “piedritas en el camino” a Guillermo Trejo, quien la tarde del lunes pidió licencia al trascender que pesaba una orden de aprehensión. Aunque nadie lo ha confirmado, Chava Morales pudo filtrar que Trejo era perseguido por la justicia.

Morales toma decisiones que le correspondían a Trejo aunque éste le toleró sus desplantes. En el periodo previo al inicio de la gestión se dijo que el Secretario General de Gobierno sería oriundo de Mexicali. Situación que descartaba abiertamente a Morales Riubí.

Por aquellos días, Morales se encargó de cacarear que ocuparía la posición que hasta el lunes ocupo Trejo y aunque algunos funcionarios afirman que la relación entre ambos es muy cordial, otros tantos aseguran que Morales fue siempre una competencia desleal para el doctor Trejo.

Salvador Morales se dedicó a tejer intrigas para evitar el despegue de Trejo a quien ubica muy lejos de la militancia panista. Su único mérito, dice Morales, es que Guillermo Trejo es compadre del gobernador Francisco Vega de la Madrid. ¿Sería Morales el autor de la filtración del fin de semana sobre la orden de aprehensión contra Trejo?

Como quiera que sea, esa misma versión señala que Salvador Morales intentaba pavimentar el camino para ocupar en cualquier momento la Secretaría General de Gobierno. Si este es el caso, el plan le falló porque el interino es el subsecretario Francisco Rueda. Ahí pá la otra.

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