Jaime Flores Martínez

Olor

Indiferente ante el cochinero registrado en la construcción del Puente El Chaparral de Tijuana, seguro que el ex titular de la SCT en Baja California Ramón Luque Félix siente fruncida su retaguardia. Y es que don Ramón presupuestó ese puente ¡en 260 millones de pesos!. ¿Tanto dinero para un puente malhecho?

Don Ramón sabe que la Secretaría de la Función Pública (SFP) escarbará en el millonario gasto que se hizo en un puente "malhecho". La autoridad municipal ordenó el cierre de ese puente por la separación entre dos tramos. La distancia entre los bloques de concreto mide poco menos de 20 centímetros.

Mientras que los expertos lógicamente recurren a las explicaciones técnicas, los ciudadanos comunes sólo entienden que se trata de una obra “malhecha” que penetra en el olfato con olor a corrupción.

Automovilistas que transitan por esa arteria vial sienten que su vehículo "sube o bajá" en cada tramo que conforma el mentado puente. Absolutos desconocedores de la ingeniería, la mayoría de ellos no les importan las explicaciones técnicas, pues para la mayoría está hecho con las patas.

En octubre del año pasado el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa viajó a Tijuana para inaugurar el ingreso a México denominado el Chaparral, además de supervisar los trabajos del puente que sería inaugurado semanas después.

Tantísimo dinero fue solicitado y ejercido por el entonces secretario de comunicaciones y transportes Juan Molinar Horcasitas, un personaje que parece atraer los reflectores. Molinar era director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)) durante la tragedia en la Guardería ABC en Hermosillo Sonora. La mañana del 5 de junio del 2009 se registró un incendio que cobro la vida de al menos cuatro decenas de menores.

Y aunque Molinar Horcasitas apuntaba como lógico responsable, sus recursos e influencias le permitieron esquivar acusaciones. En el caso del Puente el Chaparral la situación no es la misma, pero también huele mal.

Durante la pasada administración estatal, el director del Centro SCT en Baja California era Ramón Luque Félix, funcionario que se encargó de avalar, supervisar, autorizar e inaugurar un puente calificado por el sentido común como malhecho.

Para información de la mayoría, esa obra costó poco más de 260 millones de pesos y los recursos fueron aportados por el gobierno federal! La lana fue utilizada como les dio la gana! Ramón Luque Félix contacto con el entonces secretario de Desarrollo Urbano de Tijuana David Navarro Herrera para que el municipio avalara un proyecto ambicioso y una obra malhecha. 

La noche del martes, al decidir el cierre de la vialidad, la autoridad municipal concluyó que la separación entre los dos tramos de ese puente fue el resultado de la premura por entregar la obra. En lugar de colocarle una viga de acero entre uno y otro bloque, los responsables insertaron “triplay” y después lo cubrieron con asfalto.

Cicuta consultó a un experto en el tema para saber –si acaso-- esa separación tenía que ver con un deficiente estudio de uso de suelo. Si el suelo se mueve, resultaría lógico que el puente registrara movimientos.

El técnico consultado refiere que es común que “las placas de concreto se muevan”, aunque coincide que los trabajos no concluyeron adecuadamente. En lugar de utilizar“esa alma de acero”, los constructores rellenaron con madera y colocaron un sello conocido entre los ingenieros civiles como Celotec.

Aquellos que suponen que el ex titular de la SCT Ramón Luken Félix (compadre del ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán), enfrenta solo el inconveniente de una denuncia penal presentada por la Asociación de Transportistas Independientes ante la PGR, evidentemente se equivocan. Como si fuera un asunto de ocurrencias, Ramón Luque inventó infracciones.

De regreso al tema del puente, el asunto sería saber el valor real de una obra malhecha que–nos dicen-- costo 260 millones de pesos. ¿Cuánto costaría? Huele a corrupción.

Libertad

En alusión al Día de la Libertad de Expresión, Cicuta debe reconocer que los directivos de esta empresa son el pilar en su trascendencia.

Los temas perturbadores que se abordan aquí gozan de la tolerancia y el apoyo de este consorcio editorial. Más allá de eso, Cicuta destaca la postura asumida por la Dirección, hace casi 2 años.

Como ya se informó hombres del poder condicionaron la entrega de publicidad oficial a cambio de la salida de Cicuta de las páginas de El Mexicano.

Mientras el columnista entendía la presión gubernamental (que estaba agobiada por la cascada de críticas): la empresa resolvió apoyar la crítica sustentada y no ceder ante los chantajes que atentan contra la libertad de expresión. Humana generosidad.

Radio

El periodista Fernando del Monte y el autor de Cicuta son mancuerna en Fórmula Tijuana, que se transmite de lunes a viernes a la una y media de la tarde por la frecuencia 950 de amplitud modulada, Radio Fórmula Tijuana.

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