Fernaqndo Ruiz del Castillo

LOS TESTAFERROS

Juan Manuel Hernández Niebla, empresario tijuanense y presidente del Consejo Coordinador Empresarial., se ha convertido en un fiel defensor de la ineptitud que en muchas materias, pero en especial en cuestiones de seguridad, ha mostrado el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid.

De Jonathan Díaz Castro, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, no resulta extraño.

El desplegado publicado ayer en varios medios impresos del Estado, reflejan de cuerpo entero la actitud servil y el carácter de lacayo que el presidente del CEE muestra a un Gobernador que, en más de un año de gobierno, ha sido incapaz siquiera de presentar un Plan de Seguridad Estatal.

Y a la mejor hay razones para ello pues ¿ cómo va a hacerlo si el hombre que protestó guardar y hacer guardar la constitución para servir y proteger  a los bajacalifornianos se la lleva en todos lados menos en donde debe de estar que es Baja California?

DE manera rastrera, en un documento que muestra el temor de herir la susceptibilidad del jefe del Ejecutivo Estatal, prácticamente lo exime de su responsabilidad para detener el alarmante crecimiento de asesinatos, violaciones, robos y asaltos que se registra en todo el Estado.

Con un cinismo habla de reconocimientos y facultades así como de la coordinación entre los tres niveles de Gobierno para terminar responsabilizando, con toda la carga emotiva y dirección ordenada tal vez desde la Secretaría General de Gobierno, al Gobierno Municipal y concretamente al alcalde de Tijuana, el priista Jorge Astiazarán Orcí.

Ignora Hernández Niebla, o pretende ignorar por convenir así a sus intereses y seguramente también a su seguridad, que la inseguridad no es privativa ni exclusiva de Tijuana, sede de lo que queda de uno de los cárteles más peligrosos y poderosos del país, sino que se ha disparado peligrosamente en todos y cada uno de los municipios del Estado.

Los robos, asaltos, homicidios relacionados con el narcomenudeo, violaciones, robos con violencia, extorsiones y secuestros, entre otros delitos graves se registran tanto en Mexicali, como en Tijuana, Tecate, Rosarito y Ensenada, San Felipe y el Valle.

El problema pues, es en todo el Estado y por lo tanto el directamente responsable de todo lo que pase en Baja California es el Gobernador del Estado.

Cierto también que los alcaldes tienen su parte como lo tiene el Gobierno Federal con su Gendarmería y la Procuraduría General de la República, pero Hernández Niebla y Vega de Lamadrid saben, y saben bien, que los delitos que más han crecido son los que se relacionan con el fuero común.

Saben, y saben bien también, que en todo caso tienen que apoyar a las Policías Municipales para que cumplan con su función que es la de prevenir, en tanto que las policías estatales que perciben mejores sueldos, equipos, armas y beneficios, sobre todo la Estatal Preventiva, investigar y detener a los maleantes.

Quién sabe qué tanto le conocen en el Gobierno del Estado al vocero del empresariado tijuanense que, desde hace tiempo ya, lo han venido utilizando como testaferro para sus críticas, merecidas a veces, al Gobierno de Enrique Peña Nieto.

Y no, don Juan Manuel Hernández Niebla, no trate de suavizar las cosas.

Baja California no sufre un “estancamiento” en los índices delictivos. Baja California sufre un constante crecimiento en la inseguridad producto de la complacencia, la apatía y la incapacidad de un gobierno ausente y apartado de la sociedad.

Ese gobierno estatal al que usted, indignamente, se arrastra en cualquier oportunidad y al que, conscientemente, hace el trabajo sucio que ellos no se atreven a hacer.