Jaime Flores Martínez /

Timo

Angustiadísimos porque su economía se quedó atorada en las promesas presidenciales, un ejército de incautos han caído en la trampa de una empresa dedicada a prestar dinero con mínimos intereses y la promesa de no enviar al deudor al Buró de Crédito.

Se trata de un consorcio identificado como PROSEFI ubicada sobre el Boulevard Sánchez Taboada en la zona Centro de Tijuana. Como seguramente sucede en muchas ciudades del país, los cazadores de incautos prometen la entrega de créditos que van desde los 4 mil hasta los 100 mil pesos que pueden ser pagados cómodamente.

El asunto es que la persona “elegida” está obligada a convencer a 5 personas que deben "invertir" mil pesos cada 8 días durante 5 semanas. Si los convencidos cumplen cabalmente con el acuerdo, entonces el incauto recibe un primer préstamo de 4 mil pesos pagaderos en abonos semanales de 200 pesos.

Si cada una de las 5 víctimas consiguen otras 5 que aporten 5 mil pesos cada una, entonces la primer persona sube de nivel y con ello aumenta el monto de su crédito. Si bien las llamadas "pirámides" son calificadas como un fraude por las autoridades, la realidad es que esta clase de vivales operan impunemente ante los ojos del gobierno.

En el caso de PROSEFI, una de sus víctimas asegura que cayó en la trampa desde principios de este año, aunque parece que la Secretaria de Hacienda (SHCP), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), además de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUCEF) están ciegas, sordas y mudas.

Resulta que PROSEFI son una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple, conocidas como SOFOM, que tiene la autorización del gobierno federal para gestionar préstamos a la nómina, factoraje y arrendamiento financiero. Más allá de esos tres rubros las SOFOM están impedidas para realizar cualquier otra actividad.

En otras palabras, al realizar las llamadas Pirámides Multinivel, la empresa PROSEFI incurre en una ilegalidad. Fuera de los servicios aludidos, este tipo de instituciones no pueden realizar ninguna otra actividad, como pudiera ser la emisión de tarjetas de crédito, la apertura de cuentas de ahorro o el ofrecer créditos hipotecarios.

PROSEFI tiene su matriz en la capital de México en donde despacha como director comercial Miguel Ángel Murillo Ponce de León. Desde el centro del país la instrucción es dedicarse a realizar pirámides, con lo que transforman la actividad de una empresa legal a la comisión de ilegalidades.

De regreso a la versión de la enésima víctima, la realidad es que PROSEFI se embolsa de manera fraudulenta al menos 1 millón de pesos al mes solamente en Tijuana. Las personas que obtienen la llamada “franquicia” nunca verán de regreso los 5 mil pesos invertidos ni mucho menos las ganancias que la empresa obtuvo por el convencimiento de tantísimas víctimas.

Para animar a sus víctimas sobre las supuestas ganancias que obtendrán, la empresa muestra una tabla de niveles que van del 1 al 4. En el nivel uno se encuentra el incauto original, mientras que el segundo se considera la aportación de cinco personas; el nivel 3 considera a 25 personas convencidas y el nivel 4 a 125 víctimas. Justo por ello se llama pirámide.

Como antecedente histórico, en los años 70s surgió una empresa que aparentemente inventó las llamadas pirámides multimodal. Se trata de la empresa Amway la cual fue procesada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y desde ese entonces se establecieron leyes para determinar la legalidad de las ventas.

En palabras llanas se determinó a nivel mundial que las llamadas pirámides representan el delito de fraude, aunque resulta obvio que a la autoridad federal esto le vale verdura.

Chris

Como "lazo de cochino" puso el catedrático Odylar Moreno Grijalva al diputado federal Jaime Chris López, quien la semana pasada anunció que apoyará la iniciativa de Reforma Fiscal enviada al Congreso por el presidente Enrique Peña Nieto.

El maestro Moreno utiliza un lenguaje corrosivo hacia su ex alumno por su postura afín a la propuesta presidencial. En el primer tercio del video que círculo en la red el fin de semana, el maestro Odylar se pregunta ¿De que sirvieron las clases de economía regional y macroeconomía? ¿De que sirvió lo que intenté enseñarte sobre la ética del servidor público? Pregunta el catedrático.

Más allá de las críticas públicas hacia el diputado Chris López, vale la pena detenerse a observar el dicho del maestro Odylar Moreno. Cuánta razón tiene el catedrático. -¿De que sirvieron las teorías que intentó darle a Chris?

A lo mejor el maestro Odylar es parcialmente responsable de la actual postura de su ex alumno. O Chris no aprendió bien o el maestro no le enseño bien. Si es el caso, entonces el maestro Moreno hizo mal en divulgar ese video. En el reparto de culpas, el maestro debe asumir su parte.

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