Por.- Alfredo Calva
Ahogados………….
Los problemas que se derivaron de la migración en avalancha de
extranjeros africanos, haitianos, pakistaníes, somalíes, de centro y
Sudamérica, que entraron a nuestro país a través de la frontera sur, por
Chiapas, finalmente ahogaron a la autoridad local y a los organismos de la
sociedad civil que se dedican a la atención y j de los derechos de los
migrantes.
El comedor del padre Chava, el ejército de Salvación, por citar algunos de
estos, ya no pueden proporcionar alimentación y techo a todos los
extranjeros que desde el mes de mayo del año pasado llegaron a esta
frontera en busca de asilo político en los Estados Unidos, la ayuda que
brindan ya no es suficiente para cubrir sus necesidades.
El gobierno municipal no puede otorgar ayuda, no encuentran como
contribuir en el auxilio de todos los extranjeros que por diversas razones y
circunstancias quieren, y en las actuales circunstancias con la nueva
administración federal en e vecino país, es imposible, lo que complica las
labores y actividades de organismos como la casa del migrantes o el
comedor del padre Chava.
Los donativos y apoyos económicos y en especie ya no alcanzan ante la
demanda que existe para tratar de cubrir las necesidades de los
migrantes, sin embargo, no sólo se presenta el problema de falta de
suministros para los migrantes, ya también empezaron a registrarse los
problemas de salud en ellos, y de seguridad, por la detención por parte de
la policía municipal debido a faltas administrativas cometidas por ellos, lo
que urge la presencia e intervención no sólo del estado, sino de la
federación, pues gracias a la corrupción en el INM Tijuana y Playas de
Rosarito, viven esta crisis migratoria.
En su oportunidad el padre Solalinde y el antropólogo, Víctor Clark Álvaro,
describieron a la perfección lo que sucedería con la llegada inusual de
migrantes África y Haití, señalando que, los traficantes de extranjeros con
la complicidad de los elementos de migración mexicanos, los introducían
por Chiapas y con la adquisición de la carta de salida, documento oficial
que permite a un extranjero transitar libremente por todo el país por un
lapso no mayor a 30 días, es como llegaron a esta frontera para pedir al
gobierno estadounidense asilo político.
Y ante la indolencia que han mostrado las jerarquías del INM y la propia
Secretaria de Gobernación, justo es, cuando menos, volteen hacia Tijuana
y se den cuenta del problema que están generando, y aporten de
inmediato los recursos económicos que se requieren para atender la crisis.
Se entiende y comprende la situación por la que atraviesan los migrantes
extranjeros, pero en esta zona de México se vive desde hace años un serio
problema con todos lo migrantes nacionales que intentan llegar a la Unión
Americana a través de esta frontera, pero que por circunstancias adversas
no lo consiguen y quedan varados aquí, a esto se suman los deportados
por las autoridades estadounidenses, no sólo mexicanos, sino de otras
nacionalidades que de igual forma se asientan aquí con la esperanza de
volver al brincar hacia los Estados Unidos.
Lo anterior genera y provoca problemas en la demanda de alimento,
cobija, techo, trabajo, salud y seguridad a la autoridad municipal y a los
organismos que se dedican al auxilio de los migrantes, es un costo ya
oneroso y resulta aun más caro porque el gobierno local no contribuye
con mucho, y el estado y la federación, brillan por su ausencia, simulan
que participan pero en la realidad este auxilio es inexistente.
Y, con las políticas migratorias que esta implementando el presidente
estadounidense, Donald Trump, hará de este ya de por sí serio problema,
una situación de extrema gravedad.
Ya es hora que la federación se responsabilice de los daños generados por
su negligencia, indolencia y corrupción.
Y mientras tanto….
Los jerarcas de la iglesia católica y asociadas, siguen rumiando su
resquemor por el registro de la pequeña Aimée, hija de una pareja
homoparental.