"El Ejército ruso es mucho más débil de lo que muchos piensan, con una gran cantidad de equipos anticuados y en mal estado de la era comunista" y "el Ejército ruso es una amenaza importante para nosotros, así que tenemos que gastar más en el nuestro". Si estas dos frases, típicas para Occidente, suenan contradictorias, es porque lo son, opina el periodista y analista político Neil Clark en su nuevo artículo para RT.
Para definir esta 'doble retórica' de Occidente hacia Rusia, el experto adopta el término 'rusofrenia', utilizado por el periodista Bryan Macdonald para describir la situación "cuando el paciente cree que Rusia está a punto de colapsar y de dominar el mundo a la vez".
"Al igual que la gripe, la 'rusofrenia' es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, pero es particularmente frecuente entre la élite política y los medios de comunicación de Occidente", comenta al respecto Neil Clark.
En su opinión, un claro ejemplo en este sentido son los comentarios del presidente estadounidense, Barack Obama, referentes al poder militar de Rusia. Y es que, por un lado, Obama ha asegurado en repetidas ocasiones que Rusia actúa desde una posición de debilidad y que es nada más que "una potencia regional"; pero por otro lado, la calificó durante la conferencia de la ASEAN la semana pasada como "un importante [poder] militar", afirmando que "es evidente que un grupo de rebeldes no van a ser capaces de competir con el segundo Ejército más poderoso del mundo".
"¿Es este el 'tigre de papel' que nos dijeron que utilizaba el equipo obsoleto y ruinoso de la era comunista? ¿O es que existen dos Ejércitos rusos: uno que es una basura y otro que es 'el segundo más poderoso' del mundo?", se pregunta Clark.
"La intervención rusa en Siria ha cambiado el juego"
"El hecho es que el Ejército que nos dijeron que estaba 'en declive', en conjunto con el Ejército Árabe de Siria (otra fuerza que ha sido menospreciada), las fuerzas iraníes, Hezbolá y los kurdos, lograron infligir grandes derrotas al Estado Islámico y los grupos terroristas respaldados por Occidente en Siria, así como frustrar los planes de cambio de régimen en el país", explica el periodista, agregando que "la intervención rusa en Siria ha sido un cambiador del juego y si se la puede criticar por algo, es por no haber actuado antes".
A juicio de este experto, los últimos comentarios de Obama sobre "el segundo Ejército más poderoso del mundo" es su manera de dar a entender a la facción neoconservadora que es más o menos un 'game over' para aquellos que desean que los 'rebeldes' se hagan cargo de Siria.
Sin embargo, prosigue Clark, no debemos esperar que la 'rusofrenia' desaparezca: "Rusia seguirá siendo vilipendiada como parte de la guerra de propaganda contra Putin, mientras que su fuerza militar, demostrada en Siria, también será utilizada para argumentar que Occidente necesita un mayor gasto en 'defensa', en beneficio del complejo industrial-militar".
"El Ejército ruso, sin duda, no es basura ni está en declive ni tampoco es un 'tigre de papel'. Pero la única forma en que Rusia podía manifestarlo era mostrando lo que era capaz de hacer", concluye el periodista.