Al menos 18 personas han muerto en las últimas horas por el impacto de proyectiles en las provincias septentrionales sirias de Alepo y Deir al Zur, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esos fallecidos, al menos diez, entre ellos tres menores, perdieron la vida hoy por la caída de bombonas de gas lanzadas por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y otras facciones islámicas contra el barrio de Al Sheij Maqsud, en la ciudad de Alepo, capital provincial.
La ONG apuntó que el ataque causó también una treintena de heridos, algunos de ellos graves.
En este distrito, que está controlado por la principal milicia kurdosiria, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, en sus siglas en kurdo), se reanudaron los choques entre los combatientes kurdosirios y los grupos armados islámicos al amanecer.
La agencia de noticias oficial siria, SANA, que citó a "fuentes locales", elevó el número de víctimas en ese ataque a catorce muertos y más de cincuenta heridos, y no descartó que aumente porque todavía hay personas bajo los escombros de tres edificios que se han derrumbado por el impacto de los proyectiles.
Por otro lado, al menos siete civiles perecieron entre ayer y hoy por el disparo de cohetes por parte de la organización terrorista Estado Islámico (EI) contra dos zonas bajo el control del régimen en la urbe de Deir al Zur.
Los yihadistas arrojaron los proyectiles contra los barrios de Al Yura y Al Qusur.
Mientras, aviones de guerra efectuaron tres bombardeos contra el pueblo de Al Bulín, dominado por el EI y situado en la provincia de Deir al Zur, donde un joven falleció este martes.
Siria sufre desde hace cinco años un conflicto que ha causado más de 270.000 muertos, según el Observatorio.