Jaime Flores Martínez /
Pico
Acostumbrados a escupir para arriba, los maestros que hace 12 días bloquearon la Garita de Exportación de la Mesa de Otay de Tijuana, se encuentran indignadísimos porque "alguien" se atrevió a ponchar las llantas de sus automóviles.
Hasta pareciera que desde la mañana del jueves 19 de septiembre, esos profesores disidentes decidieron moderar su molestia con el gobierno federal luego de la promulgación de la Ley Educativa.
Encabezados por el profesor Marco Antonio Pacheco y el director de una escuela de Rosarito ( de apellido Amezcua) medio centenar de maestros interrumpieron por más de tres horas el ingreso de mercancías provenientes de Estados Unidos.
Claro que los disidentes están justificadamente molestos con el presidente Enrique Pena Nieto por la reforma educativa propuesta, aunque cometieron un grave error de fastidiarle la vida a un sector productivo que en Tijuana emplea a más de 150 mil trabajadores.
Pacheco y Amezcua canalizaron su torpeza al sugerir que los industriales exigieran al gobierno federal dar marcha atrás a la reforma educativa. En su limitada capacidad mental, esos profesores bloquearon la Garita de Exportación para que los afectados !intercedieran por ellos! ¿No es una gran estupidez?
Amezcua y Pacheco utilizaron argumentos indignos al tratarse de los mentores de nuestros hijos. Si esos maestros son incapaces de identificar sus torpezas, ¿que esperan los ciudadanos de la preparación académica de los niños y jóvenes?
Los maestros que se manifestaron ese jueves no midieron que al intentar defender los derechos de los trabajadores de su gremio, atentaban contra los intereses de otros muchos trabajadores. En la calenturienta mente de los cabecillas del movimiento, nunca se dibujó la eventual negativa de los profesores disidentes.
Sin embargo, muchos de ellos prefirieron mantenerse al margen del movimiento al saber que se trataba de un absurdo. Mientras desoían las peticiones de los industriales y lanzaban consignas contra la empresa Televisa, algún travieso picoteó los neumáticos de los automóviles de tan escandalosos e irreflexivos maestros.
Tan avergonzados debieron sentirse por agredir a los reporteros (pues ellos son solamente son empleados de Televisa) que los maestros afectados por la ponchadura de las llantas de sus automóviles no siquiera se atrevieron a denunciarlo. ¿Con qué cara pedirían apoyo a los reporteros si poco antes los habían insultado?
El asunto es que la estrategia implementada el jueves 19 les rindió el equivalente a un cacahuate podrido. Muchos de ellos saben que sus dirigentes los acarrearon hacia un movimiento absurdo. Para la próxima, la pensarán un par de veces.
Arancel
Decidido a sacarle dinero a las piedras, el gobierno federal aniquilaría la industria maquiladora si se aprueba la aplicación del arancel a la materia prima que temporalmente importa para la elaboración de los productos.
Al margen del malestar generalizado por la intención de subir el IVA en la frontera norte, no se entiende como el gobierno de Peña Nieto atenta contra el esquema maquilador que hace dos décadas era su adoración. Si acaso alguien lo ignora, la industria maquiladora nacional genera recursos anuales superiores a los. 200 mil millones de dólares.
De gravar las importaciones temporales, los maquiladores abandonarían México y con ello se desplomarían los ingresos que generan. Esos 200 mil millones de dólares representan un 5 por ciento del Producto Interno Bruto.
Si acaso los maquiladores aceptaran pagar el arancel propuesto en la iniciativa de reforma hacendaría, erogarían menos de 50 mil millones de dólares. En términos sencillos, el gobierno perdería más si los industriales de la maquila abandonaran México.
Por muchas otras cosas, suena lógico que la aplicación del arancel del 16 por ciento que plantea Peña Nieto simplemente no pasará, aunque los diputados pondrán candados para evitar la fuga de recursos por la informalidad con que operan muchos industriales de la maquila.
El sobrante de la materia prima que importaron con tasa cero es generalmente utilizada por los industriales para equilibrar sus costos, es decir, aprovechan los sobrantes para hacer dinero sin reportarlo al gobierno. !Eso le cala a Peña Nieto!
Los legisladores podrían condicionar la aplicación de la tasa cero si los industriales de la maquila se certifican. Si el gobierno tiene el control de la industria maquiladora, seguramente amenazara con aplicarles mas impuestos.
950
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