Antonio Heras /

Todo parece indicar que siempre sí salieron con su domingo siete.

Hasta dos semanas después del domingo siete, se pensó que el hombre más beneficiado con el recuento de voto por voto en la elección a gobernador de Baja California se llamaba Francisco Vega de Lamadrid.

Luego de trascender una conversación con Santiago Creel durante la jornada electoral se canceló esa posibilidad.

Si algo quedó claro es que a Kiko Vega le urge legitimidad.

Quizás en Tijuana y Mexicali logren un blindaje publicitario para el sonorense, pero en la capital del país y en los círculos candentes de la política se le verá como producto del Pacto por México, sea cual sea su destino.

Si bien es cierto que en nuestro sistema de democracia electoral se gana con un solo voto de más, también lo es que en estos comicios no se trató de diferencias en los sufragios sino de decisiones en el epicentro del sistema político mexicano.

La elección del primer domingo de julio donde se eligió al quinto panista para gobernar esta entidad se fraguó desde la ciudad de México, en los sótanos del poder y los intereses económicos y desde las cúpulas políticas que gobiernan al país. Correcto, se eligió para representar que fue electo.

Esta decisión de acuerdo a la conversa de Creel con Kiko, finalmente son amigos y la verdad los asaltó en la sinrazón, se tomó en el Palacio de Covián, en el despacho que fue en un tiempo del propio Santiago, después del tijuanense José Francisco Blake Mora y ahora de Miguel Ángel Osorio Chong. Más que en Los Pinos la trama se tejió en Bucareli.

Y ¿la democracia?

¿Los cerca de 900 mil votos de bajacalifornianos?

¿Cuál es, entonces, la legitimidad de un proceso que se convirtió en el epicentro de los intereses cupulares instaladas en la ciudad de México?

¿Cuántos millones de pesos gastados, esfuerzos, sueños?

Paréntesis. En esta ocasión confieso que no emití mi voto, naufragué y no sufragué porque una veintena de delincuentes electorales robaron y quemaron las urnas de las casillas 398 de Mexicali. Al llegar poco antes de las 18 horas, las llamas de la democracia estaban en el patio de la escuela de la colonia República Mexicana que sirvió de anfitriona de 13 casillas electorales. Allí quedaron incinerados los votos de mis hijos Pablo Julián y Marco Antonio, al igual que de otros tres mil electores.

De regreso. El problema no estriba en quién ganó sino en la forma en que triunfó. En otras palabras la duda: ¿perdió El Diablo Castro o se la quitaron? ¿ganó Kiko Vega o se la dieron?.

Dicen que en Baja California se repitió lo de 1989.

No creo, pero aunque haya sido lo mismo no fue igual.

El PAN tiene ante sí un nicho para remediar lo que parece irremediable. Regresar al origen y destrabar la corteza de vicios asumidos en los últimos veinte años.

Un primer reto para Kiko es su gabinete. Si cumple su palabra está la decisión entre un De la Rosa, en este caso Andrés, por ser de Mexicali u Óscar Vega que tiene seis años de residencia en la capital de Baja California. Otros que la buscan son Ricardo Magaña y Morales Riubí.

Si cumple su palabra un profesor en activo será el secretario de Educación, aunque la tradición azul señala que el cuadro se forma con quien esté, sin importar perfiles. Y hay muchos tiradores que consideran tener todas las atribuciones para estar en el gabinete.

Bienvenidos a la realidad

Pacto Vega

CONVERSA

Santiago Creel:

“Para que estés tranquilo, ya tengo la palabra del secretario de Gobernación de que esto va a fluir, nada más que con calmita, para que se puedan acomodar ellos ahí en el PRI". 

Kiko Vega:

"Sí, claro, partiendo del hecho de que les ganamos, y les ganamos bien, ¿verdad?".

Santiago Creel:

"Ya tenemos el 100 por ciento de las actas, según reporte que tengo yo ya de Sócrates. Están divididas en Mexicali y Tijuana. Fundamentalmente ahí está el acopio de nuestras actas. Ahí está tu triunfo que reflejan los votos que hay en las urnas."

ACTORES

Según la conversación de Vega de Lamadrid con su padrino político son varios los actores de esta tragicomedia y en orden de presentación: Sócrates Bastida, Gustavo Madero, el Gobernador (José Guadalupe Osuna Millán), Óscar Vega Marín, Salvador Morales Riubí, José Luis Ovando y Jesús González Reyes por el PAN. Los antagonistas son Osorio Chong y Enrique Peña Nieto a través de Aurelio Nuño.

Pero queda otra duda, siguiendo el guión de Creel-Pacto-Vega ¿cómo fue que con las actas en las manos y la versión de Sócrates Bastida las elecciones en Mexicali y Tijuana estaban divididas?

¿De dónde salieron los 25 mil votos de diferencia en Tijuana y los cuatro mil de Mexicali?

TECATE

Enredado su pie derecho, el alcalde electo César Moreno González de Castilla empezó su relación con un sector de la prensa. Mejor dicho, canceló todo puente de comunicación.

En términos opíparos, hay quien asegura que eran mejores los tiempos de “burritos” en las afueras de Playas de Rosarito.